Una rosa nace siendo una rosa. No se convertirá en otro tipo de flor solo porque la cultivaron en otra tierra o le dieron otro tipo de agua...
Las personas no dejan de existir inmediatamente después de morir, mientras existan personas que los recuerden.
Es un error elegir tu propio camino basado en los pecados que llevas. No elegimos nuestro camino basado en los pecados que llevamos, pero debemos aguantar nuestros pecados en el camino que elegimos.
Hay tres condiciones para aterrorizar a alguien: Uno, el monstruo no puede hablar. Dos, el monstruo tiene que ser identificable. Tres, no tiene sentido si el monstruo puede morir.
Al final, lo que deseaba no era un cuchillo ni nada por el estilo. Sólo quería sostener su mano. Y no creo que la suelte nunca, pase lo que pase en el futuro.
Una rosa nace y muere siendo una rosa. Aunque crezca en otro entorno o en otra tierra, jamás se convertirá en otra flor.
Creo que caminaba por una ciudad fantasma porque quería estar sola. O, ¿lo hago porque quiero creer que estoy sola?
Probablemente fue un sueño... su sueño de vivir felizmente, aunque me ha dejado con una soledad tan profunda.
Sí... lo sabía... Sabía que serías el único esperando por mí, y el único que me protegería. Así que si hay algo que no desaparecerá.
La visión no es lo que tus ojos ven, sino una imagen que tu cerebro entiende. Nuestra visión está protegida por nuestro sentido común.
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Verás, tú no sabes nada cuando eres pequeño, ¿verdad? Piensas qué todo el mundo te ama de forma incondicional. Tú te quieres, así que el resto también debe quererte. Pero sabes... Necesitamos de esa ignorancia, Kokutou. Incluso si estamos equivocados, la sensación de que eres amado te da experiencia, y por ello puedes ser amable con otros. La gente solo puede expresar las emociones que tienen.
Así que siempre he matado mi voluntad. Siempre he estado matando la oscuridad que mi ser representa. Me he matado una y otra vez. Te dije qué la gente sólo puede expresar las emociones que poseen, ¿verdad? Verás, la única emoción que he experimentado... es el asesinato.
- Así que has elegido comerte el cuerpo para esconderlo. ¿Por qué no sigues bebiendo? ¿Te retiene la moralidad como ser humano? - No... - ¿Entonces por qué has empezado a comértelo? - Creí que era algo natural. - Entiendo. Eso significa que eres especial. - ¿Soy especial? - Así es. Has perdido el sentido común. - ¿Me estás diciendo que estoy desquiciado? - Pues deberías desquiciarte del todo.
- ¡Eres un idiota tan optimista! - No puedes hacer nada así. ¡Lo sé con seguridad! - ¿Qué sabes con seguridad? ¿Qué puedes entender sobre mí? ¿Puedes creer en mí? - No tengo fundamento, pero creo que continuaré creyendo en ti. Sí. Porque te amo. Quiero seguir creyendo en ti. Porque no lo vi. Tú solo estabas ahí y eso fue todo lo que vi. Así que, decidí creer.
- Me irrito cuando estás cerca. No entiendo por qué te involucras conmigo, y por qué tu actitud no ha cambiado después de todo lo que te he dicho. - Yo tampoco sé porque. Es divertido, pero no sé porque es divertido. - ¿Entiendes que soy anormal? - Sí, definitivamente no eres normal. - ¿Verdad? Entonces deberías aceptar ese hecho. No soy alguien con quien puedas relacionarte de forma normal. - No importa el que seas normal o no. - Pero, no puedo ser como tú. (...) Debí haberme dado cuenta antes. Ya estoy loco por ella...
Tuve un sueño sobre mi niñez. Alguien que era cercano e importante para mí y mi hermano falleció. Parecía estar muy triste pero nunca lloró. - Dime, ¿por qué no lloras? - No puedo llorar aunque quisiera, porque llorar es algo especial. Su fuerza me caló hondo. Es normal y es la última persona que lastimaría a alguien. Puede entender a todos, pero nadie lo nota. Que vacía soledad... Creo que en ese momento... Kokutou Mikiya se convirtió en alguien valioso para mí. Alguien a quien no puedo perder como sea. Bajo el cielo iluminado por las estrellas, los hermanos alzamos la vista al cielo estrellado. Ésta es mi imagen principal. La de un sueño sobre días pasados que no debería recordar jamás.
Solo estar contigo y hacerte sonreír me hacía feliz. Me daba tranquilidad, aunque yo era inquieta. Solo estar contigo y caminar junto a ti me hacía feliz. Estar juntos, aunque no lo estábamos. Esos sí que son rastros de los días de ensueño.
Hay dos formas de escapar, escapar sin propósito y escapar con uno. Al primero se le llama flotar y al segundo volar