Charioce XVII arrasó con los demonios de la capital, Cocytus, secuestró a muchos demonios de sus hogares y los esclavizó.
Hace diez años, cuando el mundo estaba al borde de la destrucción, fui testigo de que hombres, dioses y demonios se unían para enfrentarse a Bahamut. Si no fuera por esa cooperación, la humanidad seguramente habría perecido.
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Esta prosperidad construida a expensas de dioses y demonios seguramente no durará. Si esto continúa, habrá más demonios de trapo en nuestro futuro levantándose para oponerse a la humanidad.
Cuando te conocí hace diez años eras estúpido, sacabas conclusiones precipitadas y eras bastante inútil, pero siempre te esforzabas por hacer lo que creías que era correcto... O al menos pienso que recuerdo que eras así.
Recientemente algunos de nuestros jóvenes miembros empiezan a estar insatisfechos y puedo entender su insatisfacción. Si me preguntan si los Caballeros de Orleans poseen la misma gloria que tenían en el pasado, debo responder que no, aunque tal vez es inevitable que los Caballeros de Orleans, quienes una vez pelearon con la bendición de los dioses, sean subestimados. Cambiar esto requeriría que su Alteza cambie su forma de pensar ¿Qué puede esperar hacer un simple Capitán? Además, los métodos de su Alteza son muy extremos ¡No debería entender las acciones de Azazel, pero lo hago! Sin embargo, Azazel también está equivocado. Continúa con sus acciones temerarias sin escuchar mis advertencias ¿Acaso sólo es capaz de causar violencia? ¡Todos actúan como unos idiotas! No es como si el conflicto no pudiese terminar ¡Intento hacer lo que es correcto! ¡Y aún así recibo quejas! ¡Es como si todos se quejaran de mí!
- ¡¿Has olvidado a cuántos de nosotros los humanos mataron con el poder que robaron de los dioses?! - Destruiré su poder.
Ese día hace cinco años, la capital demoniaca, Cocytus, cayó y los demonios nos inclinamos ante los humanos. Les enseñaré una lección a aquellos que tratan ese día como una celebración de victoria.