Frases de Shingeki no Bahamut: Virgin Soul

- Después de separarme de ti, fui capaz de esconderme entre demonios esclavos y fui encontrado por los humanos. Mi garganta fue marcada y fui vendido. Solo hice lo que me dijiste y seguí a la primera persona que me ayudó.
- ¿Azazel?
- ¿Lo conoces, mamá?
- Hace mucho tiempo.
- ¡Él es increíble! Él fue solo a pelear por esos pobres demonios. Él es una buena persona.

- Mamá, déjame salir de aquí.
- ¿Qué harás?
- Quiero regresar a la superficie.
- Es demasiado peligroso.

- No seas arrogante, El. No puedes cumplir tu deber en tu estado actual.
- Entonces, ¿por qué me hiciste pelear? ¿Por qué me enviaste a la guerra? Déjame salir de aquí.
- La respuesta es la misma. Gabriel-sama.
- Escuchar a Gabriel no te llevará a ninguna parte.

No es como si dejarías que hiciesen un espectáculo de ti tan fácilmente. No es propio de ti.

Fui estúpido al esperar algo de ti.

Estoy feliz de que estéis bien.

-Azazel-sama, ¿qué es lo que está mirando?
-El futuro. No lo he olvidado ni por un momento. Todavía recuerdo el día en el que Cocytus cayó. Les haré pagar, lo juro.

Regresaremos a la tierra de los dioses.

¿Acaso has sido un patético bebé llorón desde hace diez años?

¿Con quién crees que estás hablando?

Mugaro, parece que no puedo entristecerme. Tal vez es porque han pasado tantas cosas tristes que han roto algo dentro de mí.

¡Un hombre debe caer en manos de otro!

-¡Detente!

-Fuera de mi camino.

Huir sería simple, pero no quiero rendirme aún.

Si él va a seguir quitando las vidas de las personas que me importan, entonces lo detendré.

Mi nombre es Jeanne D’Arc. A través del poder del Arcángel Gabriel, entrego este mensaje a todos los seres de Mistarcia. Los actos de violencia de Charioce XVII no pueden ser perdonados, juro que derrotaré a todos los que sirvan al rey loco y traeré paz a estas tierras. Aquellos que habéis sufrido a causa de él, cuando las dos lunas se alineen, tomad vuestras armas e id a la colina Edith ¡Es hora de nuestra rebelión!

- Ningún prisionero ha sido capaz de escapar de esta prisión.
- ¿Has escuchado eso? ¡Parece que seremos las primeras, Jeanne-san!

Disculpe mi insolencia, pero dejar este asunto a aquellos en los que él no confía no es muy razonable.

-Mi hijo y yo te salvamos la vida, ahora es tu turno de ayudarnos.
-Eres una fugitiva. ¿Puedes jurarme que no harás nada que atraiga el peligro?
-Lo juro.

Azazel, estoy feliz de que estés bien.