Aunque alcemos las manos, apartemos las nubes, atravesemos el cielo, atrapemos la Luna y Marte, nunca lograremos alcanzar la verdad.
¿Por qué estás tan sorprendido? ¿Es tan increíble que haya detenido tú espada?¿Tienes miedo? ¿De algo que no puedes comprender, y está pasando frente a tus ojos?
Si de verdad eres más fuerte que yo... ¿qué sentido tiene intentar escapar... si me vas a atrapar de todas formas? Pero... si sólo eres un debilucho... puedo patearte el culo y seguir mi camino. Eso es lo que pienso.
- Keigo: ¿¡Es que no piensas ayudarle!? Es tu amigo ¿¡No!? - Yumichika: Veo que no lo entiendes. Mira su cara. Mira lo feliz que está. Ikkaku se está divirtiendo. Hacia tiempo que no luchaba contra un oponente tan fuerte. No es que no quiera ayudarle, es que no debo. - Keigo: ¡Claro que no lo entiendo! ¿¡Que no debes ayudarle!? ¿¡Qué se está divirtiendo!? Entonces debes estar seguro de que va a ganar ¿No? - Yumichika: No. - Keigo: ¿¡Pero que diablos te pasa!? ¿¡Qué pasa si algo no sale bien y tu amigo muere!? - Yumichika: Eso es obvio: estará satisfecho.
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Sí, esta es mi zanpakutō. En realidad no me gusta. Fíjate en su forma, es como... si quisiera robar la vida de los demás.
Si solo una de las partes esta luchando por la justicia se le llama " Defensa " o " Conquista ", pero... esto es una guerra.
- Abuelo: ¿Has vuelto a pegar a alguien, Yasutora? ¿Qué consigues peleando? Haces daño a quien te hace daño. Y después ¿qué te queda? Tú eres fuerte, Yasutora. Eres grande. Eres hermoso. Has nacido con todas las bendiciones que otorgan los dioses. La gente maltrata a los que son diferentes. No sé como será en otros lugares, pero así es "como funciona" el mundo aquí. Sin embargo, Yasutora, tú debes seguir siendo bueno. Tienes unos puños grandes y fuertes, sirven para algo... ¡averígualo! Eres fuerte. Eres grande. Así que sigue siendo bueno. Sé más amable que nadie. - Chad: Ya lo sé, abuelo. Mis puños no son grandes... para que yo haga daño. Mi cuerpo es tan grande para proteger a otros. Ahora lo entiendo, lo entiendo todo. Por eso... Aunque sea sólo un poco... Dame fuerzas para esta batalla.
Un capitán nunca deja que los subordinados paguen los daños de la batalla. Aunque signifique pagar de su propio bolsillo.
¡Ten orgullo y grita! Aunque seas el único en quien puedas confiar, ¡esa es la imagen que guardo de ti en mi corazón, Ichigo!