Frases de Shigatsu wa Kimi no Uso

No estoy concentrado. Todavía oigo el piano. Estorbas. Estorbas, así que... desaparece.

Sé que no puedes oírlo y que no tocas el piano, ya lo sé. Pero quiero que seas tú. Tal y como dices, puede que no hagamos una buena presentación. Pero tocaremos mientras tengamos la oportunidad y haya gente que nos escuche.

Si soy una máquina... Si soy una marioneta... ¿Qué es este sentimiento? Algo se agita en mi interior. Corre. ¡Corre, corre! Así es. Soy como Tsubaki y Watari, como tú. ¡Yo también soy humano!

Hasta hace dos meses me hubiera dejado atrás. Todo este tiempo no fue en vano. El tiempo que le dediqué al piano vive.

Así que estuviste tocando toda la noche hasta desmayarte... Parece que se te da bien ser un chico joven.

¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy mirando el escenario desde las gradas? ¿Acaso no soy uno de los que sube a él? A Emi, a Nagi... ¿Por qué tu música estimula a los demás... Arima?

Aunque sea solo una décima o centésima parte, ¿le habrán llegado mis sentimientos? ¿Le habrá llegado mi música?

Pensé que si venía a la sala de música podría vete, pero... No tengo forma de comunicarte contigo. No conozco tu número ni tu dirección de correo. No sé nada de ti...

¿Serás tonta? Para esas cosas se usa el corazón.

Una conversación y bromas como las de siempre. Son pisadas más grandes que las mías, de chico. Qué extraño... Si se cruzan nuestras miradas, mi corazón se altera. Seguro que es porque el verano se va a acabar.

Tendré que convertirme en estrella en la preparatoria... Maldición... ¡Maldición, maldición! ¡La próxima vez no pienso perder!

Si hubiese dicho "para" o "espera", quizás las cosas habrían cambiado.

Me molestó lo que dijo. Por eso le demostraré... lo buena música que es Kaori Miyazono. Además... Es una orden de cabezona. ¡Lo mejor de un concierto de gala es destacar!

¡Una estrella brillará encima de ti!

Me tiemblan las rodillas. Debe ser porque estoy más tranquilo.

Eres muy popular, ¿no, galán? Si mi marido se enterara de que su hija se lanzó a los brazos de un hombre, lloraría.

Que raro. No me salen las palabras. Qué extraño.

Si me retiro honradamente, la herida será menor.

Siento que desde el cielo Mozart nos dice que emprendamos un viaje. ¡Olvidémonos de la vergüenza del viaje y avergoncémonos! ¡Juntos!

Es la música la que es libre.