Meliodas, lo siento, no siento consciente de nada, no me di cuenta de nada. No puder detener nada, no pude hacer nada.
Es una barrera colocada por uno de los del clan de los dioses, un demonio como tu no podrá atravesarla.
¿Quienes están peleando contra los cuatro arcángeles? Esta presencia es más ominosa que la de los diez mandamientos.
Para que esos dos hayan decidido transformarse en Indura, los cuatro arcángeles deben ser muy formidables.
Esa es la verdadera naturaleza de un demonio superior que son capaces de liberar al formar un contrato con la oscuridad a cambio de sacrificar seis de los siete corazones que tienen pero si tu nivel de poder no excede el de 50 mil tu cuerpo no podrá soportar la transformación y mueres.
Esas transformaciones se ven como las encarnaciones de la destrucción, Indura, las temidas y legendarias bestias que solo existen dentro del mundo demoníaco, aborrecidas y detestadas incluso por sus propios huéspedes y maestros.
Sus brazos de destrucción salpicados en sangre, las alas blancas y puras tintadas de un carmesí oscuro.
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Hasta entre los diez mandamientos, los demonios mas poderosos poseen una técnica tabú que sólo los elegidos tienen permitido realizar, a cambio de ofrecer su forma y habilidad original como sacrificio, el conjurador se transforma en la existencia mas malvada, el nombre de esas bestias es Indura.
Yo te ofrezco mis seis corazones como sacrificio y por lo tanto formo un contrato. ¡Que la verdadera forma dentro de mi alma sea liberada!
No eres la más brillante, ¿cierto? Todo eso es bajo la suposición de las bestias que ha arrinconado son solo una variedad común y corriente.
Ustedes los diez mandamientos no son nada mas que bestias insignificantes, lord Ryudo Shel es nuestro mas grande cazador del mundo, arrincona a las bestias y los ejecuta sin fallar.
Hasta Ryudo Shel mismo fue para allá, probablemente ustedes dos pasaron cerca. Como era de esperarse tenemos mucha desventaja.