No soy el único que remata. Todos hacen su parte. El confiable guardián detrás mío... La levantada más fácil de rematar para mí... No me falta nada. Había olvidado algo tan simple y obvio... Yo... No estoy luchando solo.
Cuando las cosas se ponen feas, cuando la recepción se debilita, el balón se le confía a la estrella.
Incluso si el balón rebota contra la marrulla... Lo mantendré en juego. ¡Así que sigue pidiendo que lo levanten para ti, estrella!
No me importan si tus remates no terminan en anotación para nosotros. No tengo la intención de culparte. Pero no perdonaré que te des por vencido tan egoístamente.
Te equivocas. Ella continúa actuando como una capitana frente a nosotras. Pero una vez que esté sola, no lo aceptará... y comenzará a llorar.
Desde que era joven, era completamente incapaz de hacer amigos solo. A pesar de que no era bueno con la gente y no quería involucrarme con otros, me preocupaban sus opiniones acerca de mí, estaba constantemente al borde de la invisibilidad.
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Un alto muro, un alto muro se cierne delante mí. ¿Cómo se ve el otro lado? ¿A qué se parece? Es una visión que nunca he podido ver por mi cuenta. Esa es... La vista desde la cima.
La altura es necesaria para el voleibol. Sin importar cuan alto salte, no puedo pasar por encima de su exagerada altura. Pero... Sé que quiero convertirme en algo así. Así que no me importa si estoy o no hecho para esto. Lucharé con este cuerpo, ganaré y ganaré, y estaré en la cancha lo más que pueda.
El jugador de volleyball no es un solitario, sino más bien el miembro de una orquesta. Cuando el jugador empieza a pensar ''soy especial'', está acabado.