El dolor y la tristeza son las únicas verdades en este mundo, y sólo en la oscuridad estas verdades pueden ocultarse.
Izumi, ¿acaso te has olvidado? Estoy enamorado de ti. ¡¿Cuánto crees que pueda aguantar, tenerte frente a mí, y controlarme para no tocarte?! ¡No soy una persona tan fuerte!
En algún lugar del mundo, hay una puerta que lleva a mis sueños, no sé donde está esa puerta, puede que no la encuentre en toda mi vida y aunque lo haga podría estar cerrada...
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¡¿Qué es esto!? ¡La persona que quiero está aquí, durmiendo en mi cama! ¡Y ni siquiera trae puesto bragas! ¿Qué clase de prueba es esta, Dios?
Si un hombre no reconoce el hecho irrevocable de que morirá algún día, nunca podrá experimentar lo que es vivir.
Cada vez que mi corazón estaba a punto de romperse, miraba ese amuleto de la buena suerte, y recordaba tu sonrisa luminosa y los días brillantes que la rodeaban, y así encontraba la fortaleza para seguir dando lo mejor de mí.
No estuve ilusionado por ti 10 años como para que un pequeño malentendido arruine mi sueño de estar contigo.
Durante estos tiempos difíciles, lo que me ayudó a salir adelante, fuiste tú. Te lo dije mientras filmábamos el otro día, ¿recuerdas? El color de mi amuleto de la buena suerte es igual al de tus ojos. Cada vez que mi corazón estaba a punto de romperse, miraba ese amuleto de la buena suerte, y recordaba tu sonrisa luminosa y los días brillantes que la rodeaban... así encontraba la fortaleza para seguir dando lo mejor de mi. Aunque, cuando finalmente nos volvimos a encontrar y te confesé mi amor, resultaste ser un chico... Sin embargo, incluso después de descubrir que eras un chico, no podía sacarte de mi cabeza. Cometía un montón de errores en el trabajo... así que, ese día, quise verte y reafirmarme a mi mismo que eras un chico, para que así con suerte mis sentimientos por ti desaparecieran. Supuse que todo sería borrón y cuenta nueva una vez que mi cerebro comprendiese que eras un chico, pero, como lo sabes, lo que terminó sucediendo fue algo horrible... Realmente lamento mucho lo sucedido. Sin embargo, a raíz de eso, tuve que enfrentarme a la verdad. Los sentimientos que he mantenido por ti estos diez años no cambiarán sólo porque eres un chico... aunque seas un chico, ¡te amo, Izumi!