En la edad antigua, el mundo era amorfo y estaba envuelto en niebla. Una tierra de riscos grises, árboles gigantescos y dragones eternos. Pero entonces llegó el fuego. Y con el fuego, llegó la Disparidad. Calor y frío... vida y muerte.
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El sol es un astro maravilloso, ¡como un padre magnifico! ¡Cómo quisiera gozar de tanta incandescencia!
¡Alto! Esta es la tumba del Gran Señor Gwyn. Ningún hombre tiene derecho a ensuciarla. Si sois un discípulo del Sol Oscuro, dejad a un lado vuestra ira. Escuchad la voz de Gwyndolin y arrodillaos ante él. Vos, que seguís al Sol Oscuro. Habéis llegado muy lejos; escuchadme bien. Si en un pacto juráis convertiros en sombra del padre Gwyn y la hermana Gwynevere, una espada que dará caza a los enemigos de nuestros dioses; entonces yo os protegeré y defenderé vuestra persona con el poder de la Luna Oscura.
La Oscuridad volverá a ser nuestra, y en nuestra verdadera forma... Podemos enterrar las falsas leyendas de antaño... Solo que... ¿Es esta nuestra única opción? Busca la fuerza.
Hace mucho tiempo, fui maestra de alguien como tu. Hace mas de doscientos años, había un hombre, casi tan torpe como tu... En tu mundo, lo llamaban Salaman, el gran piromantico. El muy granuja se hizo muy popular.
La piromancia es el arte de invocar y manipular el fuego. Pero recuerda una cosa. Teme siempre a la llama. Podría devorarte por completo. Seria horrible tener que volver a ver eso...
Saludos, ser no muerto. Soy la serpiente primigenia, Kaathe el Asediador. Puedo guiaros por el camino hacia la verdad. Debo confesaros la verdad, si adornos. Tras la llegada del fuego, los antiguos Señores descubrieron tres almas. Pero vuestro progenitor encontró una cuarta. El Alma Oscura. Vuestro ancestro reclamó el Alma Oscura y esperó a que el Fuego se apagase. Pronto las llamas se apagaron y solo quedó Oscuridad. Comenzó la era del hombre: la era Oscura. Sin embargo... La Oscuridad hizo temblar a Gwyn. Se aferró al Fuego, ya que los humanos le aterraban, tanto como el Señor Oscuro que algún día engendrarían. Gwyn se resistió al curso de la naturaleza. Se sacrificó para enlazar el Fuego y ordenó a sus hijos que guiasen a los humanos. Gwyn ha borrado vuestro pasado para impedir el nacimiento del Señor Oscuro. Soy la serpiente primigenia. Busco enmendar los errores del pasado, descubrir a nuestro verdadero Señor. Pero Frampt, la otra serpiente, se ha vuelto loca y se ha hecho amiga de Gwyn. Estamos en un punto decisivo, valiente ser no muerto. Solamente yo conozco la verdad de vuestro destino. ¡Debéis destruir al Señor Gwyn, que adoró el Fuego y no cedió a la naturaleza, y así convertiros en el Cuarto Señor para comenzar una Era Oscura! ¡Muy Bien! Ahora os guiaré hasta la prisión de Gwyn. No os preocupéis. Confiadme vuestra vida.
Lo veréis más adelante. La bestia antigua engendró un abismo que amenaza con engullir el conjunto de Oolacile. El caballero Artorias vino a zanjar esta situación, pero dicho caballero no posee ni un atisbo de Oscuridad. Sin duda, será engullido por el Abismo, superado por su absoluta negrura. De hecho, el Abismo podría ser imparable..
Los Espectros Oscuros residen en un oscuro vacío llamado el Abismo. Pero el Abismo no es un lugar para mortales ordinarios. Aunque hace mucho tiempo, el caballero Artorias atravesó el Abismo. Si puedes encontrarlo y aprender de él, el Abismo podría resultar superable.