Eres una mujer débil... Me temes como le temes a la muerte. Ni siquiera puedes mostrarte. Sólo observa desde allí.
- Isshin: No seas estúpido. Debe haber alguna razón importante por la que tu ojo pueda ver las almas de los muertos. No huyas de eso. - Yakumo: Mi ojo trae infelicidad a los que me rodean. Aún esto atormentado por eso. - Isshin: Entonces andarás por el camino que el ojo rojo te exponga a ti.
Incluso cuando se reían de ti y no eras considerado, podías establecer tus metas diciéndote "Puedo hacer esto".
Tal vez... si estoy aburrido hasta la muerte ese día o no tengo recados que hacer u otra cosa, podría pensarlo. Tal vez.
¿Vienes a sentarte acá porque piensas que no tiene sentido? ¿Quieres dejarlo todo a los demás? ¡No quiero esperar, yo nunca voy a depender de los demás! Nunca, jamás, podría renunciar... Hasta que pueda ver a Yakumo de nuevo. ¡Eres un triste perdedor!
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- Yakumo: Por supuesto, ése es mi punto de vista. Pero estoy completamente seguro que esos espíritus son los sentimientos que quedan de aquellos quienes perdieron sus cuerpos. - Haruka: ¿Es por eso que pueden entenderse mutuamente? Pero, asumiendo que ellos no hubieran querido hablar, al final habríamos tenido que purgarlos. - Yakumo: Yo no acepto esos métodos. No apruebo que sellen sus almas despiadadamente... borrándolos e ignorando completamente sus voluntades.
Ve más allá que las personas normales, y su corazón rebelde lo incita a esconder lo que verdaderamente piensa. A pesar de su actitud, es una persona amable.
Para mí, sólo hay dos tipos de personas en este mundo. Las que encuentran mi ojo izquierdo rojo extraño, y aquellos que tratan sacar provecho de su poder.
- Isshin: Le di el nombre de Yakumo. Yakumo después de todo es la palabra arcaica de densas nubes. Cuando vi los ojos rojos, pensé que innumerables desafíos le esperarían en su vida, al igual que las densas nubes obstruyen la luz del sol. - Haruka: Así que lo llamó Yakumo. - Isshin: Que incluye el deseo de nunca rendirse a sus desafíos. Estoy seguro de que vencerá los retos que le esperarán más adelante... Creo que algún día su corazón se aclarará, al igual que este cielo.