- Mary
- Sí, abuelo.
- ¿Qué clase de nigromante quieres ser? - Obante hizo una pregunta que no había hecho en ese entonces. Mary cerró la boca después de escuchar esa pregunta. La mirada de Obante era demasiado seria para que pudiera dar una respuesta sin pensarlo. Aunque podría ser tonto, este era el Elfo Oscuro más sabio del mundo. También era el buen abuelo que le había abierto el camino para convertirse en nigromante. Mary miró hacia Cale. Podía oír la voz de Raon.
- ¡Buena Mary! ¡Responde como quieras! ¡Incluso te daré permiso para usar las palabras 'grande y poderoso' para describirte a ti mismo!- Mary comenzó a sonreír debajo de la túnica negra. Era similar al autor del libro del que había estudiado: <Solo tienes que ser casi inigualable en fuerza. > <Como yo. El sabio de la muerte. >
- Sin rivalidad. - Mary compartió sus pensamientos con Obante. Ella estaba hambrienta. Ella tuvo hambre después de ver los árboles que estaban llenos de maná muerto. El hambre era la única forma en que Mary conocía para describir este sentimiento. Fue porque nunca antes había sentido este tipo de codicia o deseo. Era diferente a cuando todo lo que quería hacer era ver el mundo exterior. Fue una codicia que cavó tan profundo como un pantano. Quería hacerse más fuerte. Esa era su codicia y su deseo. Tenía hambre porque no había alcanzado el nivel en el que quería estar. - Quiero ser lo suficientemente fuerte como para no tener rival.
- ¿Cómo quién?
- Como el sabio de la muerte. - Mary no dudó en responder.
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