Colección - Final Fantasy VII

Quien debería haber dormido eras...¡tú, Hojo!

Siempre que esté en algún problema, mí héroe vendrá y me rescatará

Soy Cloud... el maestro de mi propio mundo imaginario.

Volveré cuando todo haya pasado.

¿Podré escapar de mi destino?

Muy bien, allévoy.

Lo que te he enseñado es la realidad. Lo que recuerdas, es una ilusión.

¡No permitiré que lo hagas! ¡El futuro es solo nuestro!

Entonces, ¿qué pasa si se va la esperanza?

No siento mi rabo.

¿Estás bien? Esto, es una iglesia en los suburbios del Sector 5. De repente caíste de arriba. De verdad que me asusté. El techo y el macizo de flores deben haber amortiguado tu caída. Tienes suerte.

Pareces un oso vestido de malvavisco.

¿Qué tal si salimos juntos una vez?

Yo soy Aeris, la florista. Me alegro de conocerte.

Las flores aquí son bastante resistentes porque es un lugar sagrado. Dicen que en Midgar no crecen ni la hierba ni las flores, pero por algún motivo, las flores sí. Me encanta este lugar.

Una vez existió un SOLDADO que era mejor que el resto, pero cuando supo acerca de los experimentos realizados por la Compañía de Energía Eléctrica Shinra que lo crearon, comenzó a odiarlos, pero con el tiempo este SOLDADO llamado Sefirot comenzó a odiar al mundo entero.

Creía que era lo correcto. Yo sólo quería volver a ver su sonrisa. Pero después de aquel incidente, ella nunca más volvió a sonreírme.

Si esto es un sueño, no me despiertes.

Las espadas nunca huyen de las balas.

Mis dedos están entumecidos, mi boca esta reseca, mis ojos arden.