Frases

Nada cambiará si solo huyes.

¡Nadie puede detener nuestro amor!

En algún lugar del mundo, hay una puerta que lleva a mis sueños. He estado buscando... la puerta del mundo de los mangas, pero no la encuentro... Mientras que la puerta del medio del espectáculo, que no quiero en absoluto, está abierta de par en par.

Siempre... me he sentido sola... siempre... he querido algo de calidez.

Sigo pensando que ser útil es mejor que usar a otros... ¿Qué hay de malo con eso?... No estoy haciendo nada malo.

Pensando en los demás antes que en ti misma... Así solo terminarás siendo usada.

Cada quien debe hacer su trabajo por su cuenta. No importa lo que digan.

Si alguien está en problemas, quiero ayudarle... Si alguien me pide ayuda, tengo que responder.

En este pueblo se siente como si hasta las mañanas del reloj estuvieran en calma, ahora puedo ver muchas cosas importantes que usualmente se pierden en el ajetreo y bullicio de la gran ciudad.

Siempre sonrío... la gente no me preguntará si paso algo malo y no les causaré preocupaciones innecesarias, de este modo... no habrá discordia... sólo quiero paz y tranquilidad.

No estaba cansada del trabajo... estaba cansada de la gente... por eso regresé.

No necesitas disculparte, no has hecho nada malo, no es tu culpa... y no creo que te estés equivocando... Así que no agaches la cabeza tan fácilmente.

Desde pequeña hacías todo por tu cuenta, pero, está bien confiar en tu familia de vez en cuando.

- Suzu: ¿Por qué... por qué soy la única con tan mala suerte?
- Sou: ¿Por qué no acabas de llorar?
- Suzu: ¿Quién eres tú?.... Un tipo que no conozco.
- Sou: Eres tan infantil... Puedes llorar precisamente porque no me conoces.

Siempre soy así, todas las cosas de las que estoy segura saldrán bien... la verdad, nunca terminan bien.

Eres como una niña que espera al príncipe azul.

Ya sé que no hay ninguna posibilidad de que este amor sea correspondido. Será mejor desistir cuanto antes.

No importa cuánto intente escapar, él va tras de mí para atraparme y atarme a la fuerza. Si en verdad dices que esto se llama amor... No estoy dispuesto a ceder, pero... digamos que lo acepto.

Dios mío... dime que estos latidos o el hecho de que mi cuerpo se estremezca es mentira... ¡por favor!

Si no puedes ser mío, entonces no quiero nada.