Frases de Kami-sama no Inai Nichiyōbi

El cielo es el mundo a donde van los muertos un lugar lleno de amor y felicidad.

Si Dios abandonó este mundo, entonces yo lo salvaré.

La escuela es un lugar en donde dejan a los niños que son una molestia para la sociedad y los clasifican en grupos según su edad.

Ser defectuoso no es algo malo, en especial en un mundo como este.

La tierra es la tierra, la ceniza es ceniza, el polvo es el polvo y los muertos deben volver a la tierra después de su muerte.

Recuerda esto... La vida no es tan fácil como piensas, lo único que te mantiene vivo es tu voluntad de vivir.

Violencia... Avaricia... Masacre... Corrupción... Derrota... Fracaso... Inmoralidad... Humillación. Están por todas partes. Mientras que vivas, tendrás que enfrentarte a ellos.

Con ese pensamiento no lograrás sobrevivir en el mundo exterior, lo único que encontrarás será una muerte dolorosa.

- Ai Astin: ¡Espera un momento!
- Hampnie Hambart: ¿Qué sucede?, soy un hombre muy ocupado sabes.
- Ai Astin: Um... um... um. ¡E- Eres muy guapo!
- Hampnie Hambart: ...Gracias. Nos vemos.

Solo si son enterrados por un guardián, pueden los turbados muertos conseguir un sueño tranquilo.

"El cielo y el infierno son muy populosos, no tardará mucho antes de que la tierra también lo esté. Ah, he fallado."
Cuando Dios abandonó este mundo dejando atrás solo estas palabras, la gente dejó de morir, aun si sus corazones paraban de latir, aun si sus carnes se podrían, los muertos seguían en pie.

Dios creo el mundo un lunes.
El martes, fijo la separación entre el orden y el caos.
El miércoles, ordenó cada uno de los números.
El jueves, Él permitió el ir y venir del tiempo.
El viernes, exploró todos y cada uno de los rincones del mundo.
El sábado, descanso.
Y el domingo, Dios... ¡Abandonó el mundo!

Desde que mi madre murió, ningún aldeano a muerto. Cada día he estado cavando una tumba tras otra. Después de todo, soy una guardiana de tumbas.

Yo no los maté, gente que mata a otros ahora es cosa del pasado. Yo, todo lo que hice fue que consiguieran dejar de moverse. Matarlos, es el trabajo de un guardián de tumbas.