Desde que era niña me he resignado a ser odiada y también a ser despreciada. También supere el hecho de que mi existencia fuera rechazada. No importa que escuche a estas alturas... Yo, ya no me romperé.
Realmente no importa... cualquiera que fuera la razón, incluso si a todos los que les pregunte simplemente me dijeran que nii-san tuvo la culpa, yo... siempre estaré del lado de nii-san. Cualquiera fuera la razón, el preguntar no haría la diferencia, para mi todo lo que me importa es una cosa, y solo una cosa y esa es la seguridad de nii-san, nada más importa.
- Díganme honestamente, ¿qué es lo que piensan del día de San Valentín? - ¡Es una amenaza a la paz de nuestro mundo, la pesadilla del día del juicio! - ¡Un día en el que los humanos estúpidos hacen cosas estúpidas!
A pesar que su agonía aún aumenta más... El fuerte sentimiento de no separarse de ella, lo hace feliz...
Yo... Ni siquiera tengo derecho a tocarte. Incluso este pensamiento es muy claro. Mi corazón sigue sediento de ti. Hasta yo... No puedo controlarlo y yo no voy a ser capaz de mantenerme alejado. Por eso... Por favor. Déjame, te lo ruego... No me dejes atraparte.
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Hasta ahora... No había pensado en querer un padre y aunque fuera una vez... Yo habría querido uno, si hubiera sido un padre como usted, sensei.
Si él no fuera mi hijo... Él podría haber sido más feliz. Sí, eso es lo que he estado pensado una... Y otra vez...
Te he culpado como el origen de todas las tragedias. A ti, que no sabes nada. Creí que tú eras una niña maldita pero siempre he estado equivocada. Quién está maldita, soy yo...
En el pasado ni una sola vez he salido con un hombre. Que en tres meses tendría una relación así...Es justo como si fuera una niña que corre efímera y velozmente. Cuando pienso en eso me entran deseos de salir corriendo pero, curiosamente no me arrepiento.