No solo me rescató a mí, su enemigo, también ha confiado en mi tan fácilmente. ¿Es un hombre de alto calibre o solo un tonto? Sakamoto Tatsuma, que hombre tan extraño.
Básicamente el enemigo se había colado en el Karinmaru desde el principio. Disemino ese virus de nanomáquinas y se dedicó a ver como nos hundíamos en el pánico.
Tengo numerosas nanomáquinas incrustadas dentro de sus cuerpos y ellas son controladas por mí. Concretamente tus juguetes son mi tercera división.
No te preocupes, tu no eres el malo. Sólo le robaste el dinero a una mujer que había estado ahorrando para su sueño... La engañaste haciéndole creer que querías casarte con ella... Eso no te hace malo. Yo te enseñaré lo que es ser malo.
Sea un líder tonto o un líder sabio, una vez que un hombre se ha echado a la espalda un país entero, no puede morir tan fácilmente.
Aunque no te quede ningún sirviente para protegerte y a duras penas lograste escapar de las garras enemigas. Tu tienes el deber de ver que pasa con el país, y eso incluye las consecuencias de lo que le hiciste.
- No recuerdo haber pedido la ayuda de nadie. - Y yo no recuerdo haber intentado ayudarte. Todo lo que hago es obedecer las ordenes de mi capitán.
La gente de allá es definitivamente nuestra aliada, pero ahora la nave esta siendo controlada por el enemigo. En otras palabras, nuestros camaradas están siendo retenidos y nuestra propia nave esta siendo comandada por el enemigo. Para lograr algo como esto, el enemigo debe ser un monstruo como hacker.
De alguna manera dudaba que cualquiera estuviera tan enojado con nuestro capitán como para iniciar una rebelión.
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No hay metáfora ni nada de eso. Contra este tipo, enemigos, aliados, todos en el campo de batalla se vuelven solo juguetes bailando en la palma de su mano.
Si vamos hacia esos tipos, no tendremos ninguna oportunidad contra sus números. Así que solo les daremos un picotazo y noquearemos a los enemigos en el campo de batalla uno por uno.
Nosotros hemos venido hasta acá por nuestra propia voluntad. No tenemos intención de bailar en la mano de nadie.
Sus juguetes no tenemos mas opción que mantenernos bailando hasta que nuestras extremidades sean arrancadas.
Incluso si en algún momento llega un día en el que cada uno de nosotros sea un general liderando nuestro propio grupo, los tres somos buenos. Cuando volvamos siendo nosotros tres, podré olvidar todo y reír con ustedes, podré llorar con ustedes, simplemente como Zura (un amigo).
Esto finalmente se convirtió en una pelea de monos, ¿no crees? Ambos no tenemos armas, solo nos quedan nuestros cuerpos. Una pelea en la que nuestras vidas mismas colisionan. Hombre contra hombre simplemente es lo mejor.