- Kagura: ¿No es esto un poco extraño? ¿Y si todos nos convertimos en idiotas? - Shinpachi: ¡Eso es algo que tenemos que descubrir!
Este es el corazón de mi actual yo, sino esto no solo no soy inmortal, ni siquiera soy capaz de mantener un cuerpo. Utsuro, nosotros no podemos quedarnos en este mundo, te lo estoy confiando a ti, el final y el futuro.
La gente comenzó a olvidar donde debían estar, no podemos seguir adelante en este momento, pero tenemos que seguir adelante desde este lugar, el lugar donde todo comenzó, una vez mas.
Esa mirada. Esa mirada me cautivó para que intentara ser un samurái e hizo que dejara de ser tanto samurái como padre.
No soy un lolicon, soy un feminista. Jamás le pondría mis manos encima a una niña inocente, pero si les brindaría una mano para ayudarlas.
No me importaba de quien se trataba, siempre que sea alguien fuerte. Quería aprender de una fuerza que no sea la de ese hombre, una fuerza que yo no conozca.
Lo supe desde un principio, un bobo como tu no puede ser un ladrón pero te convertiste en un gran hombre, Isao.
Sinceramente no tengo idea quien eres. Soy un humilde vendedor de flores de esta ciudad, amo las flores y las vidas que han florecido en este planeta.
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Lo diré solo una única vez, si tienes un as bajo la manga es mejor que empieces a usarla. Si no eres más que un viejo inútil te mataremos de inmediato.
No es del todo cierto, solo quise decir que ya que estamos en el espacio exterior donde nadie puede interferir, somos libres de capturarlos juntos si queremos.
Alguien ha obstruido el torrente de las venas de dragón. Los únicos que conozco que pueden hacerlo además de ese grupo, son ellas, el clan que ha protegido los agujeros del dragón desde la antigüedad, las doncellas del dragón amarillo y también el dios perro Inugami.
¿Cómo pude olvidarlo? ¿Por qué no lo reconocí? Con lo que lo quería, ¿desde cuando lo enterré en el fondo de mi memoria?
Parece que nuestros números no son suficientes, la llama parpadeante de nuestras vidas han sido avivadas por las llamas de nuestros amigos. La parpadeante flama de la esperanza ha sido mantenida por la llama de nuestros camaradas, pero estas llamas ya no nos pertenecen, así que dejarlas apagarse seria imperdonable.
Nosotras no encontramos una respuesta, pero tu, ustedes, regresaron aquí, así que puede que este pequeño sea capaz de hacerlo junto a ustedes, el solo esperaba regresar a este planeta, regresar a Edo, quizás el solo quería regresar a la yorozuya.
Avanza mirando solo hacia arriba. Si bajas la vista no podrás moverte. Es una regla inviolable de la vida y el alpinismo.