Frases de Shingeki no Kyojin

¿Cuál es tu razón para pelear?

¿Qué tan grandiosa causa, te llevaría a ti a matar personas?

Annie me equivoqué... Ya es muy tarde para preguntarte, si podrás perdonarme, pero solo escucha esto... lo único que tengo para decirte. Yo quiero preguntarte algo... ¿Podrías tratar a todo el mundo como tu enemigo?

Nadie sabe lo que va a pasar, lo único que nos queda es… Tomar una decisión de la cual no nos arrepentiremos.

Nosotros... Los humanos somos débiles.

¡Toda la supervivencia de la humanidad depende de este momento! ¡Si perdemos a Eren, entonces la humanidad ya no tendrá otra oportunidad! ¡Vamos a recuperar a Eren y a retirarnos! ¡Pongamos nuestros corazones en ello!

Los titanes no son nuestros únicos enemigos.

Ahora es el turno de los humanos. Esta vez... ¡La humanidad celebrará un festín con los cuerpos de los titanes caídos!

Las patatas son mas deliciosas cuando están calientes.

No hay mejor salvación que nunca tener que nacer en este mundo.

Carne.

No podemos ganar sin pelear

El sol se pondrá en una hora... ese será el momento decisivo.

Lo haremos de algún modo. Esta vez... sin dudas. Definitivamente... los mataré.

Aquí por siempre,
Descansa en paz,
Mi ser más amado,
Mi querido.
854.

Nunca le quites el ojo de encima a tu presa.

- ¿Me prometerías algo más? Tira a la basura esa bufanda cuando muera. Tienes una larga vida por delante...así que olvídate de mí. Sé libre. Por favor, Mikasa...olvídate de mí.
- Lo siento. No puedo.

El sol se empezaba a poner, corríamos hacía un árbol en la colina. Nosotros tres estábamos compitiendo, a Eren se le ocurrió la idea y salió corriendo de la nada. Mikasa salió corriendo también, pero se quedó atrás de él a propósito. Y por supuesto, yo era el último...pero...la brisa era agradable y cálida ese día. Correr así se sintió bien...hojas flotaban por todas partes y por alguna razón, pensé en ese entonces que...tal vez...la razón por la que nací fue para que nosotros tres pudiésemos correr ahí. Pensé lo mismo cuando leía en mi hogar mientras llovía, cuando una ardilla se comió las nueces que le di, también cuando caminábamos por el mercado. Lo sentí, eso...esos momentos triviales puede que en realidad sean preciados.