El sol se empezaba a poner, corríamos hacía un árbol en la colina. Nosotros tres estábamos compitiendo, a Eren se le ocurrió la idea y salió corriendo de la nada. Mikasa salió corriendo también, pero se quedó atrás de él a propósito. Y por supuesto, yo era el último...pero...la brisa era agradable y cálida ese día. Correr así se sintió bien...hojas flotaban por todas partes y por alguna razón, pensé en ese entonces que...tal vez...la razón por la que nací fue para que nosotros tres pudiésemos correr ahí. Pensé lo mismo cuando leía en mi hogar mientras llovía, cuando una ardilla se comió las nueces que le di, también cuando caminábamos por el mercado. Lo sentí, eso...esos momentos triviales puede que en realidad sean preciados.
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