Frases de Rurouni Kenshin: Meiji Kenkaku Romantan

Aunque mi verdadera esencia sea la de un asesino, jamás volveré a matar.

Un asesino sólo es un asesino, hasta el día de su muerte. No puede nunca ser nada más.

Una espada es un arma. La esencia del espadachín, es aprender a matar. Esa es la verdad, sin importar cuánto trates de dar excusas por ello.

Tu vida como espadachín se ha acabado. Y ahora... Es el fin de tu vida como humano.

Puedes usar todos los trucos y habilidades que quieras. Sin embargo... Ahora que he dicho que te mataré, tu muerte es inevitable.

La ira traerá de vuelta al asesino que una vez fue.

Como alguien que también vivió como un asesino durante la revolución... Esta batalla es una parte de mi vida que no puedo seguir evitando.

Está mal huir. Una vez que los hombres desenvainan sus espadas, deben enfrentarse hasta la muerte. De otra forma no es divertido.

Su corazón está poseído y obsesionado por el aroma y el color de la sangre... Pobre hombre.

Muy pronto, los 300 años de dominio de la era Tokugawa acabarán, y una nueva era comenzará. Los tiempos de opresión para los débiles, llegaran a su fin. Y una época donde toda la gente es igual, sin nadie superior o inferior, dará inicio.

Una pelea, a diferencia de un duelo, no es ganada por quien tenga mejor manejo de la espada. ¡El último que permanece de pie es el ganador!

Simplemente espera, Himura Battousai... Por tu culpa nunca más podré sujetar una espada otra vez. Nunca olvidaré el odio que tengo.

Zanza, el luchador a sueldo. Un hombre que lucha contra los enemigos de otras personas, así es conocido en el bajo mundo. Un lobo arrogante cuya retribución se basa en cuanta diversión haya tenido.

Tuve paciencia con su gran alboroto... Pero si va a seguir con esto no mostraré misericordia. La democracia está bien en sí. Pero para personas como usted, antes de mejorar al gobierno debería mejorar como persona.

Hoy descubrí porque Kenshin es un vagabundo. Vivir sin ataduras... Para proteger a otros libremente con su espada. Ese es el Kenshin que conocemos.

Si lo quisiera, no trataríamos con algunos inconscientes. Si no que no hubiera podido conseguir tantos ataúdes... Nos ha salido barato que sólo haya querido llevarse al niño.

Él tiene los ojos de un asesino. No de uno que trabaja en una organización, sino de un verdadero asesino... No pensé que alguien con esos ojos haya permanecido en la era Meiji.

El fuerte sobrevive y el débil perece.

Mientras tenga una espada puedo proteger a la gente a mi alrededor, nada ha cambiado. El único cambio es que un hitokiri se ha convertido en vagabundo.

Todos somos capaces de arrojarlo todo incluso la vida intentando alcanzar un objetivo... pero a veces, lo más valiente que se puede lograr es sobrevivir.