Chrom: Mi padre, el anterior Venerable, le declaró la guerra a Plegia. Duró muchos años... Fue un conflicto salvaje que solo acabó cuando él murió, hace quince años. Plegia recuerda su sufrimiento con razón. Pero la guerra tampoco fue fácil aquí. Nuestras fuerzas se reducían con cada nueva batalla. Llamaban a filas a granjeros que solo sabían usar el bieldo y los enviaban a la muerte. Al poco tiempo se acabó la comida y el país entero empezó a desmoronarse. Yo era muy pequeño, pero recuerdo bien esos días... y cómo afectaron a Emmeryn. Estratega: Una experiencia así debe de cambiar a cualquiera. Chrom: Así es. ¡Y nuestro padre le dejó un legado horrible cuando ella apenas tenía diez años!
La sed de venganza de Plegia... La ira descontrolada de nuestro pueblo... Los dos bandos hicieron a mi hermana responsable de todo. Sus propios súbditos empezaron a insultarla... e incluso a lanzarle piedras. Una de ellas le dejó una cicatriz que todavía es visible... Pero nunca mostraba su dolor a nadie. Solo lo veíamos Lissa y yo. Estratega: Tuvo que ser horrible... Chrom: No sé cómo es capaz de hacer todo eso, Estratega. Para mí sería imposible poner la otra mejilla, como hace ella. A pesar de que nuestro pueblo la denigraba sin piedad, ella curó sus heridas. Trajo a los soldados de vuelta con sus familias. Puso fin a la guerra. Y cuando la moral de Ylisse se recuperó y ellos la "perdonaron"... mi hermana nunca les guardó rencor. Simboliza lo mejor de este Sacro Reino, lo que debemos proteger con más ahínco. Ella es la paz. Pero los hombres como el rey Gangrel solo quieren aprovecharse de eso. Él solo entenderá lo que es la paz el día que la encuentre a través de la muerte.
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No volveré a caer en la desesperación. Esta afrenta no quedará sin respuesta. ¡Hay que detener a Gangrel de una vez por todas!
No puedo morir hasta haber visto el final de esta guerra... Aunque no pueda luchar... quiero estar a tu lado. Perdóname, padre. Debo vivir.
¿Quién me iba a decir que hallaría tanta alegría en medio del caos más absoluto? Que nuestros corazones permanezcan unidos para siempre.