-Angeal: Me he convertido en un... monstruo. El objetivo de los monstruos suele ser la dominación del mundo o la venganza. -Zack: Te equivocas. Esas no son las alas de un monstruo. -Angeal: Entonces, ¿qué son? -Zack: Las alas de un ángel. -Angeal: Entiendo... Y dime, ¿por qué debería luchar un ángel, Zack? ¿Cuáles son los sueños de los ángeles?
-Angeal: Éramos muy pobres, Zack. -Zack: Vaya excusa... -Angeal: Pero, incluso entonces, tenía mi honor.
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-Génesis: El mundo necesita un nuevo héroe. -Sefirot: ¡Ja! Ven y demuéstralo. -Génesis: Qué creído..., ¿pero por cuánto más?
El regalo más profundo nos es dado por la diosa y en busca de este regalo emprendemos un viaje de desesperación y soledad como sombras en el aire que emergen de nuestros corazones.
-Zack: ¿Sabes?... Nunca te he visto usarla. ¿No crees que es un desperdicio? -Angeal: Con el uso se gastaría..., se mellaría... y se oxidaría. Y eso sí sería un desperdicio. -Zack: Lo dices en serio, ¿no? -Angeal: Sí, soy algo tacaño. -Zack: Ya, no me digas...
Infinito en misterio es el don de la diosa. Buscámoslo y tras él hacia el cielo nos alzamos. Como ondas surgidas en el manto del agua, el alma errante sosiego nunca alcanza.
-Zack: ¡Las invocaciones no deben usarse para esto! ¿Qué ha sido de los sueños y del honor? -Génesis: Somos... monstruos. Carecemos de sueños y de honor. -Zack: SOLDADO... no significa monstruo.
No hay rencor, tan solo dicha. Pues en ti recae el amor de la diosa. Héroe de la aurora, Sanador de los mundos.
-Génesis: Tres amigos entran en combate. Uno es capturado... otro huye... y el último se convierte en un héroe. -Sefirot: Una historia muy común. -Génesis: Si tuviéramos que representarla, ¿tendría yo el papel del héroe? ¿O la tendrías tú? -Sefirot: Todo tuyo. -Génesis: Claro. Después de todo, tu gloria debió ser mía. -Sefirot: Menuda estupidez... -Génesis: Visto ahora, puede que sí. Verás, lo que más deseo... es el "don de la diosa".
-Angeal: Ya me debes otra más. Has perdido la concentración. -Zack: Eh... ¿Sí? Oh, lo siento si tu espada se ha desgastado, mellado u oxidado. -Angeal: Tú eres algo más importante que mi espada. Pero solo un poco.