-Ian. -¿Sí? -Sobre el sueño que tuve, en ese mundo extraño... -... -Hay un dicho como este. -¿Sí? -No despiertes al león dormido.
Iris sabía muy bien lo diferente que era Riley de una persona promedio. Los sueños, la forma en la que hablaba... Cada palabra y acción que tomaba parecía saturada con madurez.
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El tiempo pudo haberse llevado mucho de mí, pero todavía puedo diferenciar entre la verdad y la mentira.
Incluso después de haber salvado al mundo, después de tanto sacrificio, sólo la muerte le aguardaba. Sin embargo, el héroe estaba sonriendo. Como si fuese su mayor paz.
Al caer desde una altura insana, sus ropas revoloteaban sin control. Las estrellas brillaban obstaculizando su visión, y la fría brisa se apoderaba de él. "Por fin..."
Puede que existan los héroes para salvar el mundo. Pero he luchado por la paz eterna, la muerte. He tenido suficiente de esta vida.
-"¿Qué sientes en estos momentos?"-. El Señor Demonio le pregunto al héroe. A pesar de que no sentía más que furia hacia él, no tenía más remedio que reconocer su poder. Así que le pregunto a su enemigo, a su igual, por curiosidad. -"Si preguntas por mis pensamientos"-. El héroe hablo. Su cara parecía algo pálida, mientras caía hacia una muerte segura. Después de una pequeña pausa, respondió en voz baja: "Estoy cansado".