Frases de Golden Kamuy

Los humanos no valemos tanto...

Para una mujer no tiene sentido respetar las reglas de una batalla entre hombres...

Olvídalo. Está demasiado perdido en su lujuria para escuchar una
palabra de lo que estoy diciendo.

Tienes razón con una cosa. Los humanos son realmente codiciosos. Yo mismo soy un tipo codicioso, y en este preciso momento, quiero salir de este lugar con tu piel mis manos

El fuerte sobrevive y el débil muere. Esta es la verdad universal, ¿no?

Si mi vida corre peligro entonces no dudaré en matar a quién lo necesite.

No se puede confiar en los números, solo son útiles aquellos dispuestos a dar la vida.

Los cambios de humor de las hembras de osos pardo son aterradores. Como las mujeres humanas.

El ciervo murió y te calentó. Su calor pasó a ti y te hará vivir. Nosotros y los animales comeremos la carne y el resto lo aprovecharán las plantas y la tierra para vivir. El valor de la vida del ciervo no desaparece.

¡Señorita Ienaga! ¿Por cuánto tiempo más planea tenerme
esperando?

No importa lo que crezca a un niño siempre le gustará blandir una espada, ¿no?

Recordar las muertes es mi manera de expiar el hecho de haberlos matado, pero hice lo que tenía que hacer. Maté porque era necesario.

Si el arenque desaparece, esta mansión se pudrirá y yo me pudriré con ella.

Quiero ser como tú. Así que por favor, mátame... Pelearé con todo lo
que tengo.

Si tengo que convertirme en el demonio, entonces lo haré sin siquiera dudarlo. Pero eso significa que cuando llegue mi hora, sé bien que no tengo una gentil y pacífica muerte esperándome.

Gritar tal como lo estás haciendo, es la mayor prueba de que no estabas preparado para la batalla.

En tiempos como este, cualquier hombre que logre llegar a viejo es un sobreviviente.

Ella puede ser una mujer malvada, pero encuentro que las personas malvadas son las más débiles cuando se trata de vínculos de sangre.

No importa la edad que tengas. A los chicos les gusta jugar con espadas.

Hay una manera de no morir que aprendí en la guerra. No dejar que te maten. No soy un asesino, pero si van a matarme no dudaré en matarlos.
Los débiles mueren, es igual en todas partes ¿No?