Tienes que hacerte escuchar si quieres que haya un cambio, ojala todos recibiéramos la ayuda que necesitamos sin tener que gritar o llorar, pero por desgracia el mundo no funciona de esa manera, tanto amigos como enemigos caminan juntos y lo único que puedes hacer es decir lo que quieres, que es lo que tu alma quiere, que es lo que desea.
Por mas que quiera, hay cosas que no puedo olvidar, pero lamentarse por el pasado es algo simplemente desgarrador, y por eso, prefiero indignarme que sufrir, lo que quiero es cambiar las cosas, pero no lograre nada quedándome quieta.
Si no quieres que te sea arrebatado algo que realmente aprecies o ames, jamás le pidas algo a un dios.
Si llegas a equivocarte, busca soluciones, tienes éxito y fracasas de nuevo, de eso trata el aprendizaje.
Los maleficios que se conjuran con el fin de lastimar siempre regresan a quien los conjuro, cuando decides perjudicar a alguien debes estar dispuesto a recibir el mismo mal.
La maldición mas básica consiste en decirle a una persona que de alguna forma ha sido objeto de una maldición, los humanos pueden llegar a ser muy impresionables, aunque les ocurra algo por simple casualidad, ellos creerán que hay algo mas detrás, en ese caso no hará falta que seas hechicero para maldecir a alguien.
Los talentos son algo que se busca, no aparecen así como así, hay que tener mucha suerte para encontrar el tuyo siendo joven.
Tal vez no sea agradable escucharlo, pero a la gente se le debe pagar de acuerdo a sus dones y talentos.
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Ningún ave nace sabiendo como volar, su protector es el encargado de enseñárselo, y en el caso de las personas a algunas nunca se les enseña como, o peor aun, les cortan las alas y las entierran, y esos polluelos sin alas nunca tendrán la fuerza o la voluntad para poder abandonar el nido, a diferencia de otros a los que llegan a darle todo lo que desean y mas.
Me siento como si estuviera en una jaula, pero si no podemos salir de ella, al menos podemos hacer que sea un poco mas divertida.
Por mucho que en el mundo se exalte la libertad, la sumisión existe y esta latente entre las sombras.
Todo mundo siempre tiene su propia cantidad de ego, una persona que siempre cumple los deseos de los demás a costa de los suyos no es alguien de fiar, no se puede saber de lo que es capaz.
La regla de oro siempre es: no debes beber nada, ni comer nada, ni usar nada que te den, ya que no hay forma de saber que es lo que contiene.
Eres libre de hacer lo que quieras, la libertad no es algo fácil, pero a pesar que tengas errores o falles, siempre tendrás otra oportunidad.
Si te preocupas por el bienestar de alguien, o si piensas en dicha persona sin motivo, creo que es suficiente para considerarla tu amigo, si te cayera mas te alegrarías de su desgracia.