Frases de Durarara!!X2 Ketsu

Y si ese tigre deja atrás su piel, ¿tú que clase de nombre dejarás atrás como humano? A mí me gusta pensar que serás recordado como un asesino demente.

Rayos... ¿Celty? Este... Tú eres la moto de Celty, ¿verdad? ¿Dónde está Celty? ¿Quieres que me suba? Nunca he montado en caballo. Lo siento, tampoco tengo licencia de moto. ¿Qué pasa? Ah, ¿esto? Me la dio un mocoso bastante eatúpido. Vaya, eres asombroso. No hay problema. Esto sí sé conducirlo. Le ocurrió algo a Celty, ¿no? Entendido. ¡Démonos prisa!

Amor. Yo nunca he amado a un ser humano. Posiblemente nunca he amado a un ser humano. Posiblemente ni siquiera me ame a mí misma. Lo conozco, eso sí. Sin embargo, no soy capaz de discernir si es necesario en mi vida o no. Obviamente, nunca lo he experimentado. Probablemente sea distinto al sentimiento que experimenté viviendo en este barrio y a la exaltación de la batalla. No. Ya ni siquiera me exalta. Porque me vio. Porque Shizuo-senpai descubrió quién soy en realidad.

Incluso en ese estado, para ti hay un sentimiento que tiene prioridad frente al odio y la destrucción. Disculpa, pero debo confesar que estoy celosa.

Sabía que pasaba algo extraño. Que sucedan tantas cosas a la vez no puede ser casualidad. Como pensaba, estás involucrado. ¡¿Verdad, Izaya-san?!

¿Mi vida solo vale un ojo derecho? Qué estafa.

Por un lado hay gente como Kadota, y por otro hay escoria como ustedes.

Así que aquí es donde pasas el rato. El sitio no está mal. Aunque no tiene el ambiente ideal para traer a las chicas.

-Hola. Ustedes son los Bufandas Amarillas, ¿no?
-Sí, ¿por qué preguntas?
-Siento que sea tan repentino, pero les doy a elegir.
-¿Qué cosa?
-¿Qué prefieren, que aplastemos su banda o que se la arrebatemos?

-Kujiragi-san, ¿qué eres?
-La biología no me permite darte una respuesta a esa pregunta. Pero puedo responderte basándome en una posición social.

¿Habrá escapado de la comisaría Shizu-chan? Sería genial que lo mataran a tiros.

-A fin de cuentas, quiero ver cosas que no están donde me encuentro en el momento. Por eso creo que preferiría montar en barco en el límite del agua y la arena y dar vueltas mecido por las olas.
-Es decir, quieres disfutar de la felicidad y la desgracia ajenas en primera fila. Como un dios.
-Ese eres tú, ¿no, Izaya-san?
-¿Fue coincidencia que ahora me llamaras "Izaya-san"?

Quiere ser siempre el curioso que aparece en las esquinas de las imágenes de las noticias.

Hablemos de mujeres. Señoritas adineradas, amas de casa, estudiantes y fujoshi. Todas son mujeres. Hablemos de muchas mujeres distintas. Por ejemplo, aquí tenemos a una chica. Una chica que guarda un secreto demasiado pesado en su corazón.

La chica en cuestión no se siente amada ni por un momento. Pese a que ahora colabora con el hombre al que intentó matar, pasa el tiempo pensando únicamente en cómo darle un duro golpe. Como resultado, llegó hasta aquí, hasta la casa de otra mujer que hace de peón del mismo hombre.

-¡¿Cuál es tu objetivo?!
-¿Quieres saber qué sentido tiene? Ya te lo dije una vez.
Me gustan los humanos. Amo a los seres humanos. ¿No crees que tengo derecho a hacerles lo que quiera? Porque incluso soy capaz de amar de forma equitativa a una chica que no puede perdonarme e intentó matarme.

Sin duda, Mikado Ryugamine-kun y Masaomi Kida-kun están en una situación interesante. Por poner un ejemplo, es como si hicieran funambulismo en una cuerda sobre un precipicio. Imagínatelo. Un precipicio, una cuerda y dos de tus amigos. Adémas, los cuellos de ambos están unidos por una soga. Si uno pierde el equilibrio, ambos caerán. Anque uno de ellos de aferre a la cuerda, la soga se ceñirá más al cuello del otro. Es emocionante, ¿no creen? La gente que los mira reacciona de formas diversas. Unos intentan cobrar por el espectáculo, varios mocosos se suben a la cuerda y saltan, una buena persona intenta preparar colchones bajo la cuerda... Yo prendo fuego a ambos lados de la cuerda y observo.

Si yo estuviera en tu lugar, también sospecharía de Izaya Orihara. Aunque yo nunca miraría a nadie con esos ojos inhumanos.

Eres cruel. Haces que me enamore más de ti después de rechazarme.