Frases de Bleach

Deja el chocolate aquí y conviértete en un demonio, niño.

Cielos cielos. ¿No te ha enseñado tu madre... a no juzgar un libro por su tapa, niño?

Los que encuentres en tu camino no serán tan blandos como yo. No dudes ni un momento en cortar en 2 a tu enemigo. No vaciles cuando tengas que acabar con ellos. Ni se te ocurra curarles las heridas. Eso es impensable, niño.

No me importa si eres un humano, un Shinigami o Arrancar. A cualquiera que me mire con esos ojos, lo destruiré.

-Ichigo: Está loco. Lo está diciendo en serio. Es patético. ¿Pero qué me está pasando? Es humillante ¿a esto se reduce todo mi valor? Es realmente patético. Tan patético que... Joder ¿cómo puedo ser tan sumamente cobarde?
- Zangetsu: Es cierto...
- Ichigo: Eres tú.
- Zangetsu: Deja ya de huir, Ichigo. ¿Puedo saber por qué no me has llamado todavía? Vamos presta atención. Sé que puedes escuhar mi voz. Lo único que te impide escuchar mis palabras es sólo tu propio miedo Ichigo. El enemigo no te supera en número. ¿Acaso hay algo que debas temer?

¡Le he salvado porque me ha dado la gana! ¿Acaso no haces tú lo mismo? Tú te sacrificaste por mí aquella vez. ¿Pensabas en ese momento que era tu trabajo de shinigami? ¡Eso no es lo que significa sacrificarse uno mismo! No acepto ningún compromiso. Si las cosas se ponen feas, quizá huya, ya que no soy tan buena persona como para sacrificarme por todo el mundo. Pero... por desgracia, tampoco soy tan desalmado como para vivir tranquilamente sin pagar mis deudas.

Vida y muerte. Puro e impuro. Amor y odio...Todo ello ha sido apilado uno sobre otro... Formando un enorme árbol inamovible.

- Ichigo: Tú nunca te quedas callada, sólo dices cosas como que no debo salvarte e irme a casa. Ya te lo dije. No me importa lo que opines. Esta es la segunda vez. Resultará, ya verás. Vine a salvarte, Rukia.
- Rukia: No pienso darte las gracias ¡Tonto!
- Ichigo: Ya lo sé.
- Rukia: Ichigo. Dime, ¿Qué es lo que planeas hacer? ¿Cómo podrás escapar en frente de tanta gente?
- Ichigo: Correremos.
- Rukia: ¡Imposible! Tus oponentes son capitanes. ¡No hay forma de escapar!
- Ichigo: Entonces los cortaré a todos y después corremos.

- Keigo: ¿¡Es que no piensas ayudarle!? Es tu amigo ¿¡No!?
- Yumichika: Veo que no lo entiendes. Mira su cara. Mira lo feliz que está. Ikkaku se está divirtiendo. Hacia tiempo que no luchaba contra un oponente tan fuerte. No es que no quiera ayudarle, es que no debo.
- Keigo: ¡Claro que no lo entiendo! ¿¡Que no debes ayudarle!? ¿¡Qué se está divirtiendo!? Entonces debes estar seguro de que va a ganar ¿No?
- Yumichika: No.
- Keigo: ¿¡Pero que diablos te pasa!? ¿¡Qué pasa si algo no sale bien y tu amigo muere!?
- Yumichika: Eso es obvio: estará satisfecho.

Si quieres morir, no utilices a los demás como pretexto para morir.

¿Sabías que si coges la espada con ambas manos golpeas más fuerte?

Si de verdad eres más fuerte que yo... ¿qué sentido tiene intentar escapar... si me vas a atrapar de todas formas? Pero... si sólo eres un debilucho... puedo patearte el culo y seguir mi camino. Eso es lo que pienso.

No es como si exactamente hubiera tenido oportunidad contra cualquiera de mis enemigos.... solo... los vencí por que tenia que vencerlos.... eso es todo... ¿Crees que me importa si estás en un nivel diferente del resto de los espadas?... Es lo mismo... si eres un enemigo al que debo vencer... pues lo haré... así de simple.

Preocuparse de la vida de un combatiente durante la batalla es el peor de los insultos.

Quien piense que esto es una amenaza, es que no tiene sentido del humor.

Cuando dos personas que no confían mutuamente pelean juntas, solo dañan el poder del otro. Una persona que no cree en nada más que en su poder, no entiende esto .

El telón que cae al final de la función debe ser bajado por la hoja de mi espada.

La guerra no es heroica. La guerra no es excitante.
La guerra esta llena de desesperación.
Es oscura, es sedienta. Es algo de lastima y melancolía.
Es por eso que la gente tiene miedo a la guerra.
Es por eso que la gente quiere evitarla.

Aizen: ¿Cuando me notó?
Shinji: Desde que estabas en la panza de tu mamá.

Si dejo que muera quien me salvó... solo por alguna lamentación que yo tenga, mañana me avergonzaré de mi mismo.