- A decir verdad, no me agrada Tanaka senpai. - ¿Tanaka senpai? Es una buen senpai. - Puede que sí, pero es demasiado perfecta. No sé cuanto de ella es auténtico y cuanto es fingido.
- Oye, Reina. Quiero mejorar. Quiero... Quiero ser especial como tú. - Pues tendré que volverme incluso más especial.
Mi motivación es tocar con otros. No me gusta tocar solo, no es más que una frase aburrida tras otra. Pero cuando oyes el resto de las partes del conjunto, se vuelve música, se vuelve armonía. Sabes que formas parte de la pieza.
Las personas son simples. Nos esforzamos cuando sabemos que habrá resultados, y nos esforzamos aun más si ese esfuerzo nos hace mejorar.
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- ¿Estás preparada? - Si, ¿qué tocaremos? - La de la fiesta de despedida de tercero de secundaria. - ¿Esa? - Me gusta. - Está bien.
- No obstante, siempre me ha agradado ese lado tuyo. Es como si vivieras con una máscara de niña buena siendo por dentro una persona muy fría y distante. Me dan ganas de arrancarte esa máscara de niña buena. - ¿A dónde quieres llegar? - ¿No comprendes mi amor? - Estás mal de la cabeza, Kousaka-san.
- Tu personalidad es atroz. - ¿Eso fue un insulto? - Fue un cumplido. Durante la competencia, me preguntaste si de verdad pensaba que llegariamos a los nacionales. Fue muy insensible. - No, fue simple curiosidad... espera, sabia que era un insulto... - No. Esto es una confesión de amor.
- Bien, ya entendi. Te ayudaré a conquistar a Kumiko. - ¿Qué? No hay nada entre nosotros. - ¿De verdad eres tan despistado? - Te juro que no. En serio. - La tuba... la tuba tiene el deber de apoyar al resto desde las sombras, Tsukamoto-kun.
- Tsukamoto, me gustas. - Eh... bueno... bien... - ¿Qué pasa con esa reacción? - Bueno, me sorprendiste. - ¿Y tu respuesta? - Lo siento.
Tanto la música como su interpretación dependen de tu propio esfuerzo. Pedirle a Dios que toque por ti es un desperdicio.
El níveo vestido de Kousaka-san, sumado a la atmósfera fría y azulada que la rodeaba, me hicieron asociarla con la mujer de las nieves. Así debe sentirse perder tu vida por seguir algo hermoso a pesar de tus temores.