El corazón de una persona es una cosa compleja y misteriosa... A diferencia de su ser corpóreo no puedes verlo ni tocarlo, sin importar si eres un Dios o un demonio. Indudablemente es bastante imposible encadenar el corazón de otro.
Juzgué que no habría beneficio alguno al destruir el salón de música. En incontables ocasiones lo he atestiguado en persona. Durante las guerras religiosas, he visto iglesias y templos quemados hasta las cenizas en un intento de destruir la fe de sus devotos, pero esos edificios no están más que objetos y símbolos tangibles de adoración. Su destrucción era simplemente una solución temporal, carente de cualquier efecto permanente. De hecho, la probabilidad de que eso en efecto fortalezca e incite la misericordia de la gente era aún más grande. A más intentos de sofocarlos y oprimirlos más estimulan el fuego en sus corazones. Esa es una naturaleza muy humana, ¿no es así? Actualmente, el S4 y Bravat son percibidos como carismáticas y divinas existencias por el público en general, si los exiliamos a la fuerza, no habrá duda de que se volverá en nuestra contra.
Sería una labor sencilla el destruir el salón y aniquilar a Bravat y a su equipo, sin embargo, eso probablemente imposibilitaría mitigar el fervor hacia el salón de música. Por ahora regresemos y reportemos nuestros descubrimientos al joven amo.
¡Oh, menos mal! Nada parece estar roto. Los humanos son mucho más frágiles de lo que aparentan, es una fortuna que pueda ajustar mi fuerza apropiadamente.
¡Tampoco sé cuál es la opción correcta! Pero... Yo... Yo, por una vez, ¡no puedo regresar a ese lado!
- Usted siempre ha anhelado la felicidad del joven amo, ¿por qué hace esto? - ¿Preguntas por qué? Bueno, es obviamente... ¡Algo que posiblemente nunca podrías entender!
- Así que terminó. El ser que me lanzó a una oscuridad sin límites y sin entender el por qué. Te hice una promesa, así que llévatela. O acaso... Hay otra persona. - Por un tiempo más, déjeme estar bajo su mando.
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- No confío en mis habilidades físicas en lo absoluto, y mi guadaña ni siquiera ha sido modificada, así que si me encuentro entre la espada y la pared sería lindo si vinieras a sacarme del apuro, Grell... - Eso realmente me trae recuerdos de los días de entrenamiento... ¡Esa guadaña era el epítome de la falta de sofisticación!
- Rayos... La próxima vez no me traigas tus problemas. - ¿Próxima vez? ¿Entonces puedo venir de nuevo?