Frases de Kuroshitsuji

Ya no siento soledad o tristeza. Pero... Es solo hermoso.

Deja de molestar. Esas sonrisas son falsas.

Una vez que algo ha sido perdido, jamás regresará.

Aunque me pusieran al borde de la desesperación, me agarraría con fuerza la oportunidad que se me brinde, aunque sea tan fina como la telaraña. Nosotros los humanos, tenemos ese espíritu. Aunque aferrarse a eso depende de la propia persona.

No se puede ver el mundo de ensueño con los ojos, tienes que sentirlo con el corazón.

Te entregaré cada parte de mi dolor, el dolor de esta cicatriz me persigue fuertemente.

Ese día, el día en que lo perdí todo, mi familia, mis amigos, hasta mi propia dignidad.

El amor es una cosa magnífica, pero, al mismo tiempo, también puede dar lugar a una terrible tragedia.

Sí, ya veo. Yo odio tanto las mentiras, pero me mentí a mí mismo.

No lo sé. Los mezquinos sentimientos que surgen de esa clase de asuntos, no los entiendo y no quiero entenderlos. En este mundo hay cosas que no puedes traer de regreso. Sin importar qué tan duro luches. Y también hay desesperación que no puedes apartar. Quizás nunca lo entenderás.

Soy lo bastante maduro para perdonar, pero no soy lo suficientemente idiota para confiar nuevamente.

La venganza es ridícula.

En este mundo, hay cosas que no puedes recuperar por mucho que te esfuerces. Y también no hay desconsuelo del que puedes escapar.

Por más que logre vengarme, los muertos no volverán a la vida. Tampoco se alegrarían.

El dolor y la tristeza permanecen en usted. Convirtiendo sus sentimientos en poder permitirán que siga moviéndose hacia delante.

A ti no te quedan las flores blancas ni los vestidos discretos. A ti te queda bien el color rojo de la pasión, como el lycoris que arde en la tierra. Tía An. Que descanses. Madame Red.

Si el mundo cambia, el mañana será mejor. Lo que puede hacer eso posible es el corazón de las personas.

Las personas que interfieren conmigo, sin importar si son mis padres o amigos, deben ser eliminados.

Si eso es lo que deseas, permaneceré a tu lado vayas a donde vayas. Aunque tu trono se desmorone y tu resplandeciente corona se oxide e innumerables cadáveres se amontonen encima de esa pila de incontables cadáveres. Te encontraras tú, pequeño, suavemente acostado. Hasta que escuche el último “Jaque Mate”.

Los demonios no poseen alas, están unidos por la eternidad a la tierra.