Esa el la verdad, desde el principio, el conocido como Estarossa de los diez mandamientos jamas existió, la verdadera identidad del hombre, el cual todos percibían como Estarossa es el arcángel Mael.
Si ocurre lo peor, entonces usaré mi vida para detenerlo. Ese es mi otro pecado, el cual tuve que soportar junto con Gowther, es mi responsabilidad.
Los recuerdos de él, siendo parte del clan demonio se están viviendo en aquellos que tuvo siendo parte del clan de las diosas, y los recuerdos con su hermano mayor Meliodas se están volviendo en aquellos con su hermano mayor Ryudo Shel.
Finalmente su percepción compartida se está destruyendo, todos los recuerdos que tienen de él deberían volver a su verdadera forma.
¿Y este perrito? Estaba herido y no podía moverse, Estarossa, es un nombre genial... No puede ser... Estarossa. ¿Era el nombre de ese perrito?
Quiero hacer algo para salvar a Zeldoris y a su amada, después de todo él es mi único hermano pequeño.
Estás equivocado, Meliodas jamás contaría una mentira que pudiese herir a su hermano pequeño, después de todo, siempre ha velado por Zeldoris.
¿Por qué? ¿Por qué ocurre esto? Aunque cierre los ojos sigo viendo tu despreciable cara en mi mente, y además no puedo recordar la cara de Mael.
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Todos los afectados por el hechizo prohibido comparten la misma memoria y percepción, teóricamente si alguno de ellos es destruido por algún tipo de accidente, entonces todos sus recuerdos gradualmente harían lo mismo y en poco tiempo el hechizo colapsaría completamente.
¿Qué está pasando aquí? Ya hace rato que la única cosa que pasa por mi mente es la despreciable cara de Estarossa.
Así de poderosa es la existencia de ese hombres, si este hechizo prohibido tiene éxito, el clan de las diosas sera forzado a usar el ataúd de la eterna oscuridad, pero para ello no tengo suficiente poder y es por eso que quiero que me prestes un poco de la tuya. Por favor perdón, mi hijo, por hacerte cargar con la presión de este pecado.
Para poder poner fin a la guerra santa, voy a invocar hasta la última pizca de mi energía vital y mi poder mágico para realizar un hechizo prohibido, un hechizo que puede cambiar los recuerdos de una sola persona y también la de todos, incluso la de los dioses que conozcan a esta persona.
Aun cuando es hijo del rey demonio, el nació sin el poder de la oscuridad, un joven cobarde que no podía matar ni a una mosca, compadeciéndome de él, yo, el rey demonio, le concedí un mandamiento a Estarossa... Como pensaba, los dos, tu y yo, parece que todo lo que sabemos de Estarossa ha sido falsificado, ese bastardo nos engaño... El otro mandamiento que al igual que tu me traicionó.
Ya han pasado cientos de millones desde que descendi al purgatorio, pero recuerdo los días que pase en el inframundo, te recuerdo a ti, a Zeldoris, recuerdo a mis sirvientes, los diez mandamientos, la despreciable clan de las diosas, lo recuerdo claramente todo, y aun así no puedo recordar ni una sola cosa de Estarossa, todo lo que recuerdo es solo una pequeña descripción de él, y ahora ha llegado el momento de asegurarme de ello, vamos, dime que recuerdas de Estarossa.
En todo caso, antes de que desaparezca, tengo algo que preguntarte, dijiste que no podías recordar nada de Estarossa, yo al igual que tu tampoco soy capaz de recordar nada.