Para ser sincero, la única persona con la que tengo algún rencor, soy yo mismo por no darme cuenta de que Dreyfus y Heidi estaban siendo controlados y manipulados por los demonios. Ese es el sentimiento que me ata a este mundo.
Una magia extraordinariamente poderosa que es capaz de traer a las almas atadas a abrumadores sentimientos, sean estos de arrepentimiento, odio, cualquier tipo de rencor de vuelta a sus cuerpos.
Aunque se manera temporal, parece que por ahora he sido traído de vuelta a la vida. Presumo que esto es obra de esos demonios, el poder mágico de los Diez Mandamientos.
Ha pasado mucho tiempo Lady Elizabeth, puedo imaginar el orgullo que ha de sentir su majestad al poder verle convertida en tan hermosa doncella.
Por favor abre los ojos y despiértate, todos te están esperando. Meliodas, mas que nadie... No aguanto vivir en un mundo sin ti.
Para un hombre como yo que ha pasado la mayoría de su vida en la oscuridad, simplemente irradias demasiada luz.
Mientras sigas respirando, tienes la oportunidad de luchar y proteger a aquellos que te importan, y como tal, tendrás a gente con quien compartir tu sufrimiento y miseria.
Aunque logre sobrevivir, quedarme aquí para esperar mi muerte no es una alternativa tan buena... Sépanlo, no hay nada que yo o alguno de nosotros pueda hacer.
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Ha pasado un mes desde el asesinato de Meliodas de los Siete Pecados Capitales, habían muchos con la fuerza y voluntad para oponerse a la tribu demonio, pero ante los Diez Mandamientos era poco lo que podían hacer.
Humano tienes mi más humilde agradecimiento, aunque debo decir, si no la hubieras matado tú, lo hubiera hecho yo.
Meliodas a partir de ahora ha conocido su fallecimiento. Britania ahora será tomada por el clan demonio.
Sabes que con todo lo que has estado gritando es probable que rompas mi tímpano. Los mosquitos deben conocer su lugar.
No importa cuan poderoso sea el demonio, una vez que estén destruidos todos sus corazones, su muerte es inevitable.