En realidad es porque muchos caballeros sagrados dijeron haber recibido ayuda de la diosa en el campo de batalla, creo que son como el mesías.
El primero en empuñar la espada fue el rey Cafen, el celebre espadachín. Fue un valiente humano que lucho contra el clan de los demonios.
El sufrimiento del purgatorio te deteriora el alma, te hará un agujero a través del corazón y te destrozará, y una vez que caigas en la desesperación te convertirás en un monstruo condenado a vagar por el purgatorio.
Escucha bien Ban, no te atrevas a quejarte, no te atrevas a rendirte, no importa lo que cueste, encontraras las emociones del capitán y las llevaras a donde ellos están esperando.
Los habitantes liberados de la piedad recuperaron el sentido y entraron en pánico, sin embargo, es bueno que a los demonios se les ordenó no tocar a las personas, sin embargo, el trato fue un fracaso y ahora solo es cuestión de tiempo para que Zeldoris decida llevar a sus demonios a la batalla.
Cuando el rey Cafen estaba al borde de la muerte, por el bien de su sucesor, purificó la espada con su propia sangre y alma. Lo misterioso es que en vez de oxidarse a causa de la sangre, la espada se volvió más fuerte y afilada, heredando su esencia.
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Sir Escanor estaba preparado para morir, siempre hablo de dar la vida por sus amigos con una sonrisa en la cara, es algo que definitivamente no cualquiera podría hacer.
El siguiente propietario de la espada sagrada fue el héroe humano temido y conocido por el clan demonio como el rey de la guerra. Cuando estaba enfrentando su inevitable muerte a causa de una enfermedad, como había heredado la voluntad de Cafen, purificó la espada con su sangre y alma para confiarla a su sucesor.
Nunca me he arrepentido de nada, aunque pudiera volver en el tiempo, escogería el mismo camino para encontrarme una y otra vez contigo.
En el transcurso de este proceso que se repitió incontables veces, las almas de los héroes residen en la espada.
Maldición, eres un maldito persistente y duro bastardo, debemos haber estado luchando décadas. En este momento estoy en medio de la búsqueda de mi amigo, pero tengo mucho sueño.