El siguiente propietario de la espada sagrada fue el héroe humano temido y conocido por el clan demonio como el rey de la guerra. Cuando estaba enfrentando su inevitable muerte a causa de una enfermedad, como había heredado la voluntad de Cafen, purificó la espada con su sangre y alma para confiarla a su sucesor.

Publicada por

Esta frase le gusta a

La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.

Comentarios

No hay mensajes