La dama que todo lo sabe

Un viejo cuento habla de una dama que vaga por la Tierra.
La dama que todo lo sabe.
Una bella dama que ha encontrado todas las respuestas,
Todo significado,
Todo propósito,
Y todo lo que alguna vez se buscó.
Y aquí estoy yo,
una pluma
Perdido a la deriva en el cielo, víctima de las corrientes del viento.
Día tras día, busco.
Busco con poca esperanza, sabiendo que las leyendas no existen.
Pero cuando todo lo demás me ha fallado,
cuando todos los demás se han alejado,
la leyenda es todo lo que queda: la última estrella tenue que brilla en el cielo crepuscular.
Hasta que un día, el viento deja de soplar.
Me caigo.
Y caigo y caigo, y caigo aún más.
Suave como una pluma.
Una pluma seca, inexpresiva.
Pero una mano me atrapa entre el pulgar y el índice.
La mano de una bella dama.
La miro a los ojos y no encuentro fin a su mirada.
La Dama que lo Sabe Todo sabe lo que estoy pensando.
Antes de que pueda hablar, responde con voz hueca.
"He encontrado todas las respuestas, todas las cuales equivalen a nada.
No hay significado.
No hay propósito.
Y solo buscamos lo imposible.
No soy tu leyenda.
Tu leyenda no existe".
Y con un suspiro, ella me lanza de nuevo a flote, y tomo una ráfaga de viento.