Oye, proclamado dios del mar, ¿puedo preguntarte una cosa? ¿Alguna vez has permanecido una noche entera en vela mejorando tu técnica con la espada? ¿Alguna vez llorarte lagrimas de agradecimiento por alguien que te hizo mas fuerte? ¿Alguna vez amaste con tal convicción a un contrincante que incluso morirías por él? No, claro, nunca, es una pena, no sabes de que te hablo.
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