El cerebro es un dispositivo computacional que ejecuta un proceso electroquímico. Tu consciencia es una propiedad emergente de dicho proceso.
En otras palabras eres tu proceso electroquímico, fundamentalmente tienes la experiencia de una existencia continua. Eres tú en este momento temporal. el mismo tu que fuiste en el pasado y tienes la sensación de moverte en esta continuidad de ser tu en el futuro. A veces, el cerebro puede sufrir un traumatismo, lo que da una discontinuidad en el proceso electroquímico, como cuando noquean a un boxeador. Cuando esto ocurre el cerebro ya no ejecuta su proceso electroquímico generador de consciencia, por lo tanto se pierde la consciencia. En este momento temporal, tu consciencia, todo lo que eres, la continuidad de tu ser ha dejado de existir en el mundo físico. Momentos después, el proceso electroquímico puede comenzar de nuevo, lo que permite que la consciencia emerja a partir de la información almacenada en tu cerebro.
Pero... ¿Donde estás tú mientras tanto? ¿No hemos de suponer que, en el instante en que se pierde la consciencia, la persona muere? Que aparezca o no una nueva consciencia en el mismo cerebro es totalmente inconsecuente para la consciencia muerta. La nueva consciencia es simplemente una nueva persona, como emerge del mismo cerebro, tiene acceso a todos los recuerdos y estructuras cognitivas de la consciencia muerta, por lo que se cree una misma persona. Pero en realidad es solo un impostor. Hereda el cuerpo y cerebro del habitante anterior, que ahora está muerto.