Incluso en las condiciones más adversas, siempre hay un camino. Tú me enseñaste eso. Cuando ya no quedaba esperanza para este mundo, me enseñaste el camino. Que mientras no nos rindamos, siempre podremos hacer algo. Que hay esperanza para los que todavía estamos aquí. Es este juramento, el que sigue dándome fuerzas.
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