Los animales forman manadas por naturaleza, los carnívoros erigen jerarquías dentro de sus manadas. Aquellos que fracasan en convertirse en alfa, cargan con el remordimiento del fracaso hasta que mueren. Seguro que los herbívoros se sienten culpables de sacrificar a sus camaradas para evitar a los depredadores y seguir con vida. En este mundo, formar manadas no trae nada bueno para el individuo, por eso yo elegí el camino del oso solitario, que no forma manadas. Al oso no le preocupa vivir solo. Es orgulloso, una bestia solitaria. De hecho hibernan durante el invierno. Que maravilloso sería. No me cabe ninguna duda, en mi próxima vida, quiero ser un oso.