Intento enseñarle al emperador Doviculus que los humanos no somos sucios animales salvajes. Le enseño que podemos ser refinados, que podemos ser hermosos y que podemos ser de provecho. Lo hago para protegeros de Doviculus, soy el único que se interpone entre el y vosotros. ¿Y qué me dais a cambio? ¡Molestias!
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