Solía pensar que no necesitaba a nadie. Solía pensar que podía estar completamente yo solo. Trate de cerrar mis ojos para no ver cuan frió me estaba volviendo por los gélidos fragmentos de cristal, para no ver como ellos se hundieron en mi corazón y me cegaron. No tenía nada con que estar obsesionado, porque no tenía posesiones. Eso era lo único que me conforto contra mi miedo por la sombría realidad. Pero... estaba solo... estaba triste y desolado se suponía que estaba completo, incluso estando solo... pero no pude serlo. Ni siquiera tenía un nombre al cual llamar cuando estaba completamente solo en la obscuridad. Quería decirle a alguien... que solamente tenía una posesión que era yo la única cosa que proteger o perder... así que apreté fuertemente contra mi pecho esa posesión. No podía permitir que nadie lo alejara de mí. Quería decirle a esa persona especial que había estado respirando con dificultad en esa noche de invierno dolorosamente fría, arropado así tal cual y quería decirle que nunca más quería volver a ese mundo frió y cubierto de nieve. Y ahora, deseo que nuestros corazones se descongelen juntos, lado a lado, encendidos y latiendo de amor y muy pronto hacernos uno.
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