Colección - Épicas

Persistid. No abandonéis el solitario camino de la espada y algún día vuestro valor os permitirá reunir el poder necesario para destruir el mal.

Las chispas de lucha se convierten en llamas y la maldad alimentan esas llamas. Poco a poco, esas llamas se propagarán como un incendio.

El momento entre la vida y la muerte es donde un hombre muestra su color.

Los caballeros no pueden salvar al mundo.
Ellos llaman a los métodos de lucha bien y mal, como si hubiera algo de nobleza en el campo de batalla.

El sentido de una batalla es el deseo de salvar algo.

El peso de mi espada, es el peso de mi orgullo. La herida de mi batalla contigo
es un honor, no un impedimento.

No importa lo que digas, no puedes engañar a tu propio corazón.

Una lección sin dolor no tiene sentido.
Eso es porque no se puede ganar algo sin sacrificar algo a cambio.
Sin embargo, una vez que hayas soportado el dolor y lo hayas superado, ganarás un corazón que es más fuerte que todo lo demás.
Así es, un corazón de acero.

Salvar a una persona implica no salvar a otra. Los humanos solo pueden salvar aquello que está en su mismo bando. Es algo obvio, pero esa es la definición de los héroes justicieros.

En el campo de batalla no hay lugar para la esperanza. Lo que espera ahí es sólo una fría desesperación y un pecado llamado "victoria", construido sobre el dolor de los vencidos. Todos aquellos que se han encontrado ahí han admitido de todo corazón la maldad y sinsentido de éste acto llamado "guerra". Hasta que la gente no se arrepienta y lo considere como el tabú más destructivo, el infierno reaparecerá sin cesar en el mundo.

El valor de una persona se muestra realmente a medida que las dificultades aumentan.

Vencer sin destruir…conquistar sin humillar…he ahí una conquista digna de obtener.