Colección - Varias

A veces un poema solo puede entenderse cuando se dice en voz alta.

No hay nada mas patético que abandonar un trabajo a medias para luego cortarte el vientre, si morirás de igual manera, hazlo después de salir triunfante.

Si quieres fanfarronear, primero debes proteger a quien tienes delante.

Tener un ejercito numeroso no es sinónimo de éxito.

Había una vez un gato silvestre. Ese gato, que había muerto y resucitado montones de veces había sido criado por muchas personas por las cuales no sentía más que indiferencia. El minino no le tenía miedo a la muerte. Pero un buen día, nuestro gato se hecho la manta a la cabeza. Conoció a una preciosa gata blanca y ambos vivieron felices. Pero al cabo de algún tiempo, la gata blanca envejeció y murió. El gato silvestre lloró hasta que se le secaron los ojos y también murió. Pero esta vez no volvió a resucitar.

No tiene ningún caso practicar algo en lo que no eres bueno, es mas efectivo mejorar las cosas en las que ya eres bueno.

Es triste ser débil, no poder reconocer tu propia debilidad es una muestra clara de que aun eres virgen.

La fuerza de un castillo no se debe solo a su estructura, también se debe a las personas dispuestas a protegerlo con su vida.

Mientras tus sentimientos sean sinceros, no importa si eres humano o gato, es mas, podría considerarme un humano.

El deshonor es como el corte de un árbol que no desaparece, el tiempo no lo cura, sino que lo empeora.

No importa si eres humano o bestia, si vives con la cabeza bien alta, un día el sol te sonreirá.

Da igual cuantas veces caiga, llore o grite, lo único que importa es que no he huido.

La poesía es el aliento del corazón, todas somos esclavas del amor.

Ver a tu enemigo antes de que te ataque es fundamental en la guerra.

Existe una regla primordial al interactuar con otro: Yo no pienso en matarte, así que no pienses en matarme a mi. Cambien matar por lo que sea, pero hay que trazar líneas que todos acuerden respetar.