Colección - Represalias

Esas son palabras grandes para alguien débil.

Ni siquiera puedes transformarte en niebla o murciélago. Sanar tus heridas, o luchar cuando se te acaban las balas... ¿Y así te haces llamar un Nosferatu? Eres una vergüenza.

Parece que tus palabras se desvanecieron en el aire.

Oh, ¿otro juguete para mí? Bueno, creo que entonces podré romper éste.

Solo estás retrasando lo inevitable.

No llores. Hace que tu fea cara sea aun más fea.

Arrepiéntete de tu impotencia y desespera.

Lamento la tardanza, cucarachas. Muy bien, es tiempo de que decidamos de una buena vez... quiénes son los insectos.

Ellos perdieron en cuanto decidieron acercarse a criaturas más inteligentes.

Ya va siendo hora de acabar con todo esto. Fue divertido mientras duro.

Es la espada que me dio Galk. Vuelve a tocarla y te atravesaré con ella.

Si estoy aquí, no necesitaremos a las demás. ¡Tú solo eres la reserva!

Yo no corro ni me escondo. Sólo estoy un poco cansado de esperar.

Querías cambiar el mundo, ¿eh? Te comprendo. Todos queremos lo mismo... ¡Sin embargo eso no te otorga el derecho de tratar a otros como juguetes a los que puedes destruir indiscriminadamente!

Seas quien seas, jamás podrás romper mis cordeles. ¡Ni aunque tengas una Teigu que controla el espacio-tiempo!

¿Una mujer que tacha de patéticos a otros por sus declaraciones? Que patética.

¿Un hombre que no puede acompañar a una mujer de compras? Que patético.

La mataré cueste lo que cueste.

¡Te mostraré que es lo que pasa cuando haces enfadar a un león!