Colección - Pj

Sabes, no siempre voy a estar cerca para ayudarte.

Si estoy contigo, creo que entiendo más o menos lo que quería decir Watari.
Te enamoras de la comida, te enamoras del violín, te enamoras de la música.
Por eso resplandeces tanto.

El sonido que Watari descubrió por mí. El sonido que Tsubaki encontró por mí. El sonido que nació de competir con Aiza e Igawa. Este es el sonido que hice con Nagi. Es el sonido que la señora Hiroko me hizo recordar. El sonido se está expandiendo.

Todos me están observando. Aquellos quienes cuidaron de mi. Aquellos quienes me esperaron. Aquellos que me apoyaron. Aquellos que estuvieron a mi lado. Las personas que volvieron mi vida exquisita... todos me están observando. Debo cumplir sus expectativas.

Como si estuviese susurrando. Como si estuviese haciendo un berrinche. En veces tierno. En veces violento. El chico toca la balada de Chopin. Es como si estuviésemos escuchando lo cambios en su corazón.

Eloim, Essaim. Eloim, Essaim. Yo te invoco.

Estás huyendo. Me doy cuenta de inmediato cuando ocultas algo. Justo como tú siempre estuviste a mi lado yo siempre estuve al tuyo. Yo también me doy cuenta de inmediato.

En Abril conocí a un chico. Llora y se resiste penosamente, pero sobre el escenario brilla como una estrella. Su vida es como una hermosa melodía. Le hice una promesa a ese chico. Que volveríamos a tocar juntos. Por eso... yo también me esforzaré al máximo.

Puede que solo nos espere un oscuro camino nocturno. Pero aún así, quiero seguir adelante, creyendo... que en algún momento, las estrellas empezarán a iluminarlo.

Mi batalla horrenda es por tu culpa. Mi obsesión con permanecer con vida también es tu culpa. Tú me apegaste al tiempo que pasé contigo.

Si sigo deprimida y me rindo, no podré mirar a la cara a mis padres, que me criaron. Es mi vida. Si me rindo... sería una pena.

Es un piano feliz. Está sonriendo.

Cuanto más me concentro, cuanto más me entrego, el sonido que toco se retuerce, como una flor arrastrada por el viento primaveral, hasta alejarse y desaparecer.

Para ser sincera, a mí me da igual si toca el piano o no. Pero si lo deja, quiero que lo deje porque quiere. Me duele verlo así, es como si lo hubiera dejado a medio camino.

No se oye nada. Es como si estuviera en el oscuro fondo del mar. No hay nadie. Es oscuro, muy oscuro.

Por favor, apóyame, aunque solo sea un poco. ¡Apóyame cuando este a punto de desmoronarme!

¿Tú puedes olvidarlo? No, estoy segura de que no. Porque nosotros vivimos para esos momentos. Porque eres músico, como yo. No tuvo precedentes.
No pararon de pasar cosas. Pero la gente que hay aquí no nos olvidará.
Yo no lo olvidaré. Aunque me muera, no lo olvidaré.