Frases de Rainbow: Nisha Rokubō no Shichinin

Somos la escoria de la sociedad, y si no arriesgamos nuestras vidas en cada oportunidad no seremos más que perdedores. Por eso, el valor es nuestra única esperanza.

Lo único en lo que podían creer era en sí mismos. Era la supervivencia del más fuerte. Perder no era una opción.

Una carga muy pesada se hace ligera cuando se lleva entre varios

Eran siete hombres que sobrevivieron durante una época terrible en el fondo del caldero del infierno, en una celda. Lo que los mantuvo en pie fue el valor, las agallas y su unión. Depositaron sus esperanzas en los siete colores del arco iris, y juraron sobrevivir.

¡¿Acaso no se nos está permitido soñar?!

"Quizás ya sea muy tarde. Quizás ya están todos muertos. Pero, si no me muevo ahora, no tendré otra oportunidad." An-chan corre, corre entre llamas abrasadoras y remolinos de humo, con esperanzas infundadas. Corre hacia sus camaradas.

Tortuga, eres increíble. A pesar de tu cara.

No se puede confiar en la gente. Cuando crees tener amigos, te dan la espalda y te decepcionan.

Somos la basura de la sociedad, y si no nos arriesgamos en cada oportunidad que tengamos, no seremos más que unos doloridos perdedores.

La vida está llena de encuentros y despedidas.

No resolverás nada quedándote parado, tienes que usar tu mente y cuerpo para moverte hacia adelante.

Las lagrimas de los jóvenes mancharon el suelo junto con la lluvia. Aún así, el dolor y el odio, se quedaron en sus corazones... para nunca desaparecer.

Sólo pensar en reunirse bajo el árbol en dos años alcanzaba para llenar sus corazones.

No he podido calmarme desde que nos escapamos. A decir verdad, aceptaría esta vida con los brazos abiertos. Pero... no estoy acostumbrado a ser feliz.

Es horrible para alguien vivir una vida donde no se puede alcanzar la felicidad.

Las fracturas y los moretones sanan con el tiempo, pero las heridas del corazón no se curan tan fácilmente.

Mi corazón no puede lastimarse más. Mi cuerpo no puede ser profanado más de lo que ya está.

Los ojos de ese japonés... Hace once años esos ojos me hicieron temblar. Una mirada sin miedo, llena de determinación... Esos son los ojos de un "kamikaze".

Imparable como la lluvia, Mario no pudo contener sus sentimientos. "Te quiero. No te vayas. No quiero entregarte a nadie más." Su joven corazón gritaba.