Frases de Haibane Renmei

Ese "para siempre" no existe. Todo llega a su fin, tarde o temprano. Y así debe ser. Porque "el ahora" es simplemente eso. Y por eso, este momento... es tan valioso.

Al final, todo el mundo me abandona.

Aquél que reconoce su propio pecado no es pecador.

Me pregunto si me merezco ser tan feliz como soy.

Me pregunto si esta inquietud desaparecerá cuando mis alas se hayan convertido por completo una gran parte de mi cuerpo.

¡Intento disciplinarte porque tienes potencial!

Es triste lo engañoso que se vuelve uno a medida que envejece.

Un sueño es justamente hermoso por ser un sueño.

Tal vez ése es el significado de estar atado por el pecado. Estar dando vueltas sobre lo mismo, intentando descubrir dónde está el pecado, y en cierto punto, no poder volver a encontrar la salida.

Para no salir herida me convertí en una roca. Qué ironía, ¿no? Cerrar mi corazón y actuar amablemente es suficiente para que digan que soy una buena Haibane. No tienen idea de lo oscuro e impuro que es mi corazón.

Al principio del Mundo no había más que una oscura niebla, que se llama la Nada. Entonces apareció Dios. Simplemente por estar allí, trajo consigo la luz a la Nada. Cuando Dios.. brillaba sobre su cabeza... se convirtió en el Sol.

Tal vez esto es lo que significa ser esclavo del pecado. Girar en el mismo círculo, buscando donde estáel pecado, y en algún momento perder de vista el camino.

Sólo serás fuerte si puedes romper el cascarón tú misma.

Pero es tu libro, creo que los lectores deberían acordarse de ti cuando lo lean.

Por eso, no importa cuan grande sea el mundo, creo que debe comenzar en alguna parte.

Así como tú no recuerdas el mundo al que perteneciste, nadie en este mundo te recuerda. Esa es nuestra realidad.

- ¡No dormiste bien! Te ves cansada.
- Eh...No recuerdo bien, pero creo que estaba teniendo una pesadilla.
- Es bueno que te haya despertado con alegría entonces.
- Tal vez ésa era la pesadilla.

Para saber tu pecado no debes tener ningún pecado.

Dentro de mi mente, hay una hermosa taza. Una taza muy bonita, clara. Y diminutas gotas sigune cayendo en él: "goteo, goteo, goteo", lenta pero constantemente, todos los días. Y hoy, sentí que la Copa finalmente había quedado completamente llena.