Somos vendedores, y yo te prometo una cosa. No nos reímos hasta que recibamos el dinero, y no lloraremos hasta que vayan a la quiebra. Y, ¿adivinen qué? Nos vamos a reír.
¡Todos los hombres son celosos y estúpidos, y todas las mujeres son estúpidas de estar contentas con ello, los idiotas están en todas partes mira!
Si lo que buscas en un solo árbol marchito, puede parecer una gran herida en el bosque. Pero desde la perspectiva del bosque, los restos del árbol van a nutrir otras plantas, por el bien de todo el bosque. Si cambias tu perspectiva, una situación justo delante de ti, puede revertirse.
Cuando llegue el momento, necesitaré pedir prestado tu pecho para llorar. Es una promesa que necesito de ti.
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