El infierno esta en nuestra cabeza, en lo mas recóndito de nuestra mente, lo que estamos viendo no es el infierno, podemos volver a casa y tener vidas normales, pero no podemos escapar del infierno, al fin y al cabo, ya esta dentro de nuestra cabeza.
"Es mi trabajo, no tenia opción", desde hace siglos esa frase a sacado a relucir lo peor de las personas quienes dirían que no le harían daño ni a una mosca.
Si quieres libertad solo es cuestión de elegir a tu libertador, aun cuando el trabajo le quita al individuo algo de libertad a cambio recibe un salario con el que puede adquirir bienes, se renuncia a una libertad para obtener otra.
Los jóvenes piensan erróneamente que existe la libertad pura y absoluta, ellos necesitan regocijarse de esa falsa libertad para que de adultos ven una libertad elegida a conciencia, una libertad evolucionada.
El genocidio tiene una gramática, poco antes de que ocurra puedes comenzar a percibir esos patrones , debido a que es una gramática innata, profunda e independiente del lenguaje aquellos que poseen un lenguaje no pueden verlo, se puede llegar a ser capaz de observar los signos de futura violencia escondidos en el lenguaje.
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Cualquiera puede averiguar la verdad de las cosas si tuviese el mínimo interés, pero nadie quiere saber las terribles condiciones de como se producen sus comodidades cotidianas.
La civilización y la conciencia son cosas muy frágiles, generalmente, la civilización consiste en trabajar para la felicidad de otras personas, pero aun no la alcanzamos.
Para el terrorismo nacido de la desesperación real, la trazabilidad no es disuasiva, son suicidas, un fenómeno originado de la desesperación social no puede ser reducido por el sistema basado en la seguridad de identidad o cualquier otra cosa.
Si las palabras tienen el poder de dictar nuestras vidas, quiero cambar este mundo por uno en el que jamás podamos perder a alguien repentinamente.