"Te amo y creo en ti". Esas eran las palabras que hubiera querido oír de mis padres. Habrían hecho que mi camino al éxito, cubierto de vidrios rotos, no fuera tan solitario. Pero nunca las dijeron, ¿sabes?
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Los niños rotos se atraen entre sí. Pero... no todos esos niños terminan bien. El mismo trozo roto que atraes... podría ser el que profundice tus heridas.
Los niños les temen a los monstruos debajo de la cama. A mí me daba más miedo mi padre que el coco o esos monstruos bajo la cama. De hecho, creo que esos monstruos le temían a él. Por culpa de mi padre... De niña, tenía una visión distorsionada del amor. Odiaba el amor. Pero luego lo conocí a él. Me enseñó a amar el amor. Los distintos tipos de amor. Cada quien tiene su propio idioma del amor. La clave es descifrar ese idioma. Sus versiones del amor. Si no, te lo perderás. Amor es mi madre, que se quedó en un matrimonio que odiaba solo por mí. Amor es su sacrificio. Amor era Verose, que aparecía en mi casa, a pesar de tener 3 horas de viaje. Porque creía que yo necesitaba ayuda. Su lealtad y amistad incondicionales eran amor. Amor es cuidarme. Elegir el camino que me hace más feliz. A pesar de los obstáculos. Amor es hacerle frente a mi agresor. Alejarme de relaciones tóxicas. Sin importar cuánto duela. Porque me amo. ¡Y no merezco nada menos que el amor y el respeto de los demás! Antes creía que el "amor" era una bestia salvaje y peligrosa. Pero ahora cuando pienso en "amor", Pienso en... Él.
Mostrar frase (contiene spoilers y contenido sensible) Maldito romance Mi mamá solía decir que "Nadie ama la imperfección" "Te criaré de modo que todos te amen" "¡De tus labios solo saldrán palabras refinadas como las flores de primavera!" "Serás inmaculado. Si no, no merecerás amor". Tenía un perrito, Fideo. Un Golden Retriever precioso. Una noche, salí a escondidas y volví tarde... Yo estudiaba en casa. Los amigos estaban prohibidos. Ella pensaba que me contaminarían. Me descubrió. Cosas de niños, ¿Sabes? No había sido un acto de rebeldía. Me sentía solo y tenía curiosidad. Me tentaron los vibrantes colores verdes prohibidos, al otro lado de mi jaula invisible. Se suponía que ella estaba en el trabajo. Me escabullí para refrescarme con los chicos del barrio, en pleno verano. Perdí la noción del tiempo. Cuando regresé ya era tarde. Se me paró el corazón. Los 9 años de mi corta vida pasaron frente a mis ojos. Mi mamá no me puso un dedo encima, pero... si cierro los ojos, los sonidos aún resuenan en mis oídos. Recuerdo la luz de la luna que se filtraba por las ventanas. Recuerdo el cóctel de aromas a pasto, Peonías, Jazmín... El olor metálico de la sangre. Rematado con el olor del miedo. El hedor de las heces de un perrito asustado, desparramadas por el piso limpio. Ah... Padres. A algunos se les da muy bien dejar un desastre para que limpiemos nosotros. Desesperados por hallar a otros que entiendan nuestras heridas... Los niños rotos se atraen entre sí. Pero... no todos esos niños terminan bien. El mismo trozo roto que atraes... Podría ser el que profundice tus heridas.
Para mí, el amor es una bestia feroz que aplasta a sus pobres víctimas con sus pesuñas. El amor es una plaga infecciosa. Los síntomas del amor son dolor, lágrimas, miedo y sufrimiento. Racionalmente sé que no es así. Lo sé... Pero no puedo borrar años de trauma de un día para el otro. Además ahora eres como una estufa ardiente. Cuando tocas una estufa, te quemas. Aprende a no acercarte más. Para mí, el amor es así. El amor solo me causó dolor. y luego llegaste tú literalmente caíste del cielo en este mundo moribundo con tus ojos de cachorrito y tu estúpida utopía romántica. Hablas un nuevo idioma del amor que no entiendo. Eres un territorio inexplorado y misterioso. Haces que quiera apoyar la mano entera sobre la estufa. Créeme Zelan. Quiero. De verdad, quiero. Pero... Tengo miedo,